No me resisto a compartir la noticia que acabo de leer en el periódico y que podéis leerla clicando en el vínculo que os dejo.
Tal y como expreso en el título, pienso que para hacer lo que ha hecho el director de ese centro hace falta, entre otras cosas:
- Claridad en el valor de los valores, es decir, tener muy claro que el deporte es solo un medio para convertirse en mejor deportista y mejor persona y que, por lo tanto, todas aquellas actitudes que vayan en contra de esa excelencia personal, sencillamente, no se admiten y tienen unas consecuencias.
- Un par de cojones y mucha determinación, es decir, la valentía necesaria para tomar esa decisión y coraje para aguantar la frustración de los jugadores y la incomprensión y críticas de muchos padres indignados por una medida que tacharán de exagerada.
- Un par de... valores: por ejemplo, respeto por el rival y empatía hacia él, o sea, considerar que el rival es un ser humano tan real como tú, que sus ilusiones, sus necesidades y su dolor son TAN REALES como tus ilusiones, tus necesidades y tu dolor. En una palabra, utilizar el deporte para facilitar que los niños y jóvenes crezcan moralmente.
Por último, un detalle muy importante y significativo: la razón de tal medida no ha sido una falta en el centro escolar, en el partido o en un entrenamiento, sino en las redes sociales.
Por último, un detalle muy importante y significativo: la razón de tal medida no ha sido una falta en el centro escolar, en el partido o en un entrenamiento, sino en las redes sociales.
¡Tres hurras por Leoncio Fernández!