lunes, 19 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: VISITA A UN EX ALUMNO EN EL INSTITUTO DE ARQUITECTURA DE EUSKADI

José Ángel Medina Murua (Legazpi, 1975) fue alumno mío en los años 1991-92, cuando cursó el Bachillerato (creo que entonces era la REM -Reforma de la Enseñanzas Medias-) en La Salle de Zumarraga y yo estaba de profesor allí. Hoy es profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y hace un año fue nombrado director del Instituto de Arquitectura de Euskadi, que tiene su sede en Donostia. 

Por lo que he podido comprobar buscando noticias e imágenes suyas en Internet, sigue manteniendo la misma sonrisa que cuando tenía 18 años y la misma inquietud intelectual que mostraba en las clases de Historia de la Filosofía. Por eso, de vez en cuando, no falta algún correo suyo diciéndome que ha leído un artículo de mi blog o que sigue los comentarios relacionados con los cafés filosóficos, tal y como ocurrió hace unos días.

Así que, aprovechando su buena disposición, se me ha ocurrido trasladar el café filosófico de este miércoles 21 al Instituto de Arquitectura de Euskadi, donde, acompañado por algunas personas habituales de los cafés de este verano, realizaremos una visita guiada por el edificio y la exposición en torno a Eileen Gray, arquitecta y diseñadora irlandesa. Luego, haremos un café filosófico en torno a la arquitectura, el paisaje, el urbanismo... o algún tema relacionado. De hecho, en el anterior café se propuso una pregunta que quizá abordemos: ¿Debe el exterior reflejar siempre el interior? 

Por lo tanto, este miércoles 21, el café filosófico se traslada al Instituto de Arquitectura de Euskadi.

Os dejo el enlace del Instituto.


¡Ah! Si todo va bien, gracias también a la buena disposición del concejal Antonio Vega, los cafés filosóficos continuarán este verano en Benavente los días 28 de julio y 11 de agosto en el patio trasero de la iglesia de San Juan del Mercado, un lugar magnífico, recuperado para eventos culturales.

martes, 13 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿POR QUÉ CONSUMIMOS PROSTITUCIÓN?

Fuente de los Titanes, Valladolid

Este miércoles 14 haremos el siguiente café filosófico a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga.

El día 7 se propusieron tres temas:

  • ¿Existe la verdad?
  • ¿Debe el exterior reflejar siempre el interior?
  • ¿Por qué consumimos prostitución?
Elegido el tercero, los 8 asistentes profundizamos y problematizamos algunas ideas:

P. dijo que hay que tener en cuenta que la prostitución se produce dentro de un sistema capitalista que convierte también el sexo en producto de consumo, y se diferenció entre una prostitución aceptable o legal, por ejemplo, el consumo de pornografía, y una prostitución no aceptada, alegal o ilegal, que supone una relación sexual a cambio de dinero. No todos aceptaron esta distinción e I. defendió que la pornografía no es prostitución, puesto que no hay una relación sexual directa y personal entre el consumidor y los actores y actrices que actúan en los vídeos y películas porno. Sin embargo, S. defendió que sí, ya que los actores y actrices venden su cuerpo con una finalidad sexual a cambio de dinero, y este criterio es suficiente para considerarlo prostitución. De igual manera, A. añadió que una actividad como el "streptease" no se consideraría prostitución, al no haber una relación sexual directa y personal.

¿Y por qué se consume prostitución? Una primera respuesta de P.: por la necesidad de satisfacer nuestros impulsos sexuales. Otra respuesta de J.: porque vivimos en una sociedad machista y la prostitución es una forma de que el hombre demuestre su superioridad ante la mujer, humillándola y tratándola de cualquier modo. Esta última respuesta describía la imagen habitual que tenemos de la prostitución: una actividad violenta, humillante, sin respeto, practicada por mujeres en situación de explotación, amenazadas, etc. Sin embargo, M. y E. describieron una forma de prostitución ejercida desde la libertad entre dos personas que llegan a un acuerdo comercial y en la que la relación sexual está basada en el respeto. No obstante, J. consideró que incluso esta prostitución ejercida con consentimiento mutuo y en la que se mezcla el sexo con el dinero es una falta de respeto, aunque ninguna de las dos personas la viva como una falta de respeto. Para explicar por qué se considera la prostitución consentida y acordada una falta de respeto y no se considera una falta de respeto venderse para realizar otro tipo de trabajo, se apuntó la hipótesis de nuestra herencia moral platónico-cristiana, en la que el cuerpo y el sexo son considerados intrínsecamente sucios y pecaminosos. Y si esto añadimos el dinero, que también es considerado en algunas ideologías como un elemento sucio y corruptor... 

E. apuntó también la necesidad de consumir prostitución cuando es muy difícil establecer una relación sexual e íntima por los cauces habituales en la sociedad. Incluso se puede recurrir a una prostituta para buscar compañía e intimidad sin llevar a cabo una relación sexual, lo cual, si aplicamos un criterio que restringe la prostitución a sexo, no se consideraría prostitución. Sin embargo, J. criticó este planteamiento y estableció una analogía entre acudir a una prostituta y acudir a un psicoanalista, puesto que en los dos se habla, se paga y el resultado puede ser curativo. Pero A. añadió que hay una diferencia: aunque el resultado pueda ser el mismo, los motivos son distintos: uno va al psicoanalista a solucionar un problema mental y el motivo de acudir a una prostituta para hablar es búsqueda de compañía e intimidad.

M. y E. introdujeron un tema también interesante: el hecho de que la tecnología está diversificando y ampliando nuevas formas de prostitución, ya que, prácticas como desnudarse o masturbarse ante alguien delante de la cámara o enviar fotos sexuales a cambio de dinero también  podrían considerarse prostitución. 

Por último, se pidió a los participantes una palabra o aportación final sobre el tema o la sesión: respeto, libertad, complejidad, perspectivas, aprendizaje y otra pregunta: ¿En el sexo: orgasmo sí o no?



martes, 6 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿CÓMO INFLUYE EL CAPITALISMO EN NUESTRAS DECISIONES?

Este miércoles 7 de julio continuaremos con el siguiente café filosófico. Será a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga.

Por lo que respecta al café de la semana anterior, pasamos del grupo habitual de junio de 5 personas a otro mayor de 11, lo cual demuestra que el diálogo filosófico es minoritario pero, por eso mismo, necesario. Lo guio Itsaslore y yo adopté el rol de participante. Se propusieron las siguientes preguntas como punto de partida del café filosófico, todas ellas interesantes:

  1. ¿Cómo influye el capitalismo en la toma de decisiones?

  2. ¿Por qué consumimos prostitución?

  3. ¿Existe la verdad?

  4. ¿Contribuye la ciencia al progreso?

  5. ¿Necesita un sistema alternativo el sistema democrático?


Por votación y mayoría, decidimos filosofar sobre la primera pregunta: ¿Cómo influye el capitalismo en la toma de decisiones?


Comenzamos aclarando que, como el aire que respiramos, el sistema capitalista nos rodea al igual que el agua al pez, que ni siquiera cae en la cuenta de que lo rodea. Quizás, apunta otra persona, no podamos decir que “vivamos” sino que “existamos” en un sistema tal, reflexión que dejó en el aire una interesante pregunta metafísica: ¿es lo mismo vivir que existir? Se propuso que, siendo la economía la infraestructura de la sociedad, el capitalismo influye en todos los niveles, ya sea político, social, ético, de roles… 


Nuestra toma de decisiones se ve claramente influida por el sistema capitalista, y, contestando a la pregunta, influye en nosotras incitándonos a consumir, a comprar. Esta idea se replanteó más adelante como “excitación del de
seo de consumir”, para lo cual la condición básica es que la población tenga capacidad para consumir. 


Problematizamos la pregunta planteando si es el nuestro realmente un sistema democrático en el que la población puede tomar decisiones que incidan en el plano político, y hubo posturas diferentes. Una persona no dudó en tildar al sistema como “ademocrático”, añadiendo que una élite económica toma todas las decisiones según sus intereses, e inventando, a partir de esa propuesta, el neologismo “hagoloquemedalaganacrático”.  Frente a esta postura, hubo quien apuntó que no vivimos (aún) en una sociedad capitalista, aunque sí en una economía tal, y la definió como democracia liberal, rincón de derechos individuales. No todos los presentes coincidían con esta idea, y hay quien propuso el sistema capitalista como fuente de desgracias e incapacidades, incluso como un sistema que nos niega el derecho a ser felices. A esto se añadió que vivimos en un momento de crisis de valores, y en una sociedad antropocéntrica, que utiliza el mundo como objeto de consumo. Tener esta perspectiva del mundo no solo hace daño al entorno, se precisó, sino también a uno mismo. 


Se repitió el sujeto “ellos”, “los de arriba”, para hablar de la élite de poder económico con influencia en las decisiones políticas. Y una persona puntualizó que deberíamos hablar desde el “yo”, es decir, poner consciencia en cómo cada una actúa e influye desde el entorno más cercano al global. Poner consciencia a partir de sensibilizar a la población e informar con transparencia, sería, desde su punto de vista, el camino para hacer un mundo más igualitario.


Coincidían varias personas en que el sistema capitalista, como antes se ha apuntado, influye en la medida en que mueve hacia el consumo el deseo de las personas. Se aclaró que lo consigue por diferentes medios, mencionándose: la publicidad, un sistema educativo que no fomenta la consciencia sobre las propias decisiones, la sobreinformación, el miedo, la amenaza del control digital y las leyes restrictivas amparadas por el poder del capital. Influye incluso, se sumó, en el objetivo de vida, ya que se nos plantea la acumulación de riqueza como valor supremo al que aspirar.


Hubo quien veía que había aún personas que viven fuera de este sistema capitalista, en comunidades o tribus, a las cuales no llega ese influjo consumista, o quizás, llegó en su momento y renunciaron a ello construyendo un espacio de vida no capitalista.


Terminamos debatiendo sobre la pertinencia y el sentido de consumir en el comercio local, analizándolo desde una perspectiva global, apuntando sus amenazas y posibilidades, así como señalando las dificultades o no dificultades, según posturas, de desarrollarse como individuos y como empresarios en el sistema capitalista.


Para dar fin al café, cada persona mencionó una palabra que resonaba en su mente tras este café: humildad, criterio, complejidad, responsabilidad, contradicciones, autocrítica, dueño, conciencia y desenfoque.