lunes, 25 de marzo de 2024

CAFÉ FILOSÓFICO POR INTERNET ESTE MIÉRCOLES 27 DE MARZO

Café filosófico, enero 2024
Este miércoles 27 de marzo a las 18:30, hora peninsular, haremos un café filosófico por Internet. Un café filosófico es un encuentro para pensar y dialogar. Se pide a los participantes que propongan un tema o una pregunta y, tras recoger las propuestas, se elige una por votación. A partir de ese momento, comienza el diálogo en el que los participantes que quieran intervenir van pidiendo la palabra y vamos trabajando, no tanto el contenido de lo que decimos como la forma en que lo hacemos, así como las actitudes que mostramos al dialogar con otras personas. El objetivo no es ganar una discusión, sino profundizar en una cuestión y ver las distintas perspectivas que ofrece y los problemas que contiene. A partir de las opiniones que los participantes van expresando, se cuida, por ejemplo, la claridad de ideas, la argumentación, la comparación de opiniones distintas o contrarias, las posibles contradicciones, los supuestos y creencias que subyacen a nuestras opiniones, la búsqueda de ejemplos concretos en caso de ideas abstractas o viceversa, buscar la idea que sirva para expresar un ejemplo concreto, así como las reacciones que mostramos al dialogar con otros.

Si te animas, el café es gratuito y la conexión se realizará a través de Google Meet. Para participar, escríbeme a la dirección pello@ugleskola.eus y, si no la tengo ya, facílitame tu dirección de correo para que te envíe el enlace para la sesión. El enlace será enviado a las 18:15 del mismo miércoles 27.

¡Ah, y recuerda que el diálogo filosófico es una apasionante aventura en la que, más que en certezas, se entra en dudas! ¿Te animas?

miércoles, 3 de enero de 2024

CAFÉ FILOSÓFICO EN LÍNEA EL JUEVES 4 DE ENERO

Café filosófico, 28-12-2023
Este jueves 4 de enero a las 18:30 hora peninsular (17:30 de Canarias) haremos un café filosófico en línea. En esta ocasión será mi compañero Jonathan Vera quien lo guíe. El café es gratuito y la conexión se llevará a cabo a través Google Meet. Para participar hay que escribir a la dirección pello@ugleskola.eus pidiendo participar y facilitando la dirección de correo para poder recibir el enlace para la sesión. El enlace será enviado a las 18:15 hora peninsular (17:15 de Canarias) del día 4.

En cuanto al café del 28de diciembre, se propusieron 3 preguntas:

  • ¿Tienen el mismo valor ético, político, estético... las opiniones de todas las personas?
  • ¿Por qué nos cuesta tanto asumir la muerte cuando es algo que no podemos evitar?
  • ¿Salimos más fortalecidos después de cada crisis existencial que vivimos?

Salió elegida la primera pregunta, que fue reformulada en aras de la simplicidad, ya que los criterios éticos, políticos y estéticos podrían ser diferentes. La pregunta quedó así:

¿Tienen el mismo valor las opiniones de todas las personas?

Aunque en la pregunta se hablaba del valor de las opiniones, desde el comienzo hubo cierta confusión al mezclarse el valor de las personas, el valor del derecho a opinar y el valor de las opiniones en cuanto a su contenido.

Hubo quien se lamentó de que las opiniones no tengan el mismo valor debido a que las personas no tienen las mismas oportunidades de formarse y elaborar opiniones bien formadas. Esa desigualdad propiciada por el sistema hace que las opiniones de todas las personas no tengan el mismo valor.

También se relacionaron las opiniones con el poder, ya que, aunque por principio, todas las opiniones deberían tener la misma consideración, hay personas y grupos cuyas opiniones tienen más valor.

Sin embargo, las opiniones tienen distinto valor porque de ellas dependen las acciones que llevamos a cabo y que dan unos resultados u otros.

Al final, se diferenció entre el acto de opinar o el derecho a opinar, que tiene el mismo valor para todas las personas, tal y como reza el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos, y el contenido de las opiniones, que no tiene el mismo valor ya que depende del ámbito sobre el que se opine (ético, político, estético...), de tal forma que volvíamos a la pregunta inicial.

No obstante, pregunté qué es lo que daría, en términos generales, valor a una opinión y se propusieron algunos criterios:

  • Racionalidad: que sea lógica y esté argumentada.
  • Inteligibilidad: que sea comprensible.
  • Formada: que esté fundamentada en cierta investigación y análisis de la realidad sobre la que se opine.
  • Finalidad, consecuencias: que tenga como objetivo el bien común, y no el bien privado.

En cuanto a las actitudes, en algunos momentos resultó arduo clarificar algunos discursos. Otras actitudes problemáticas fueron cierta dificultad a la hora de acceder a la lógica, la confusión a la hora de expresar ideas, la excesiva extensión de ciertas intervenciones, así como la rigidez a la hora de cambiar de opinión y desapegarse de las propias convicciones.

Por parte de los participantes, hubo quien criticó el hecho de hacer muchas preguntas para profundizar en las ideas que van saliendo, argumentando que esto produce confusión. También se le pusieron objeciones al procedimiento que podríamos llamar “apelación al sentido común” y que implica preguntar al resto de participantes a través de una votación, para que elijan entre dos interpretaciones o posturas en desacuerdo. En este último caso, la crítica se enfocó en que la votación genera división y alguien puede sentirse señalado.

Agradezco las críticas negativas como las anteriores. Sin embargo, ambas herramientas tienen su razón de ser en la práctica filosófica, aunque comprendo que sean molestas. La profundización tiene como fin indagar en las creencias que subyacen a las opiniones, ver sus supuestos e implicaciones y también, cuestionarlas, dudar de ellas, puesto que la práctica filosófica, más que certezas, produce dudas.

En el caso de la “apelación al sentido común”, observar qué opina el resto del grupo no es un criterio absoluto, claro, porque la mayoría puedes estar equivocada, es solo un criterio para contrastar mis ideas con las de los demás y, en el caso de que no concuerden, preguntarme por qué no concuerdan. Cuando vemos que el resto tiene una forma distinta de ver algo de lo que estamos convencidos, una puerta se abre para cuestionarnos nuestras propias ideas y llevar más allá nuestro propio pensamiento.