sábado, 20 de julio de 2024

¿POR QUÉ PROLIFERAN LOS GIMNASIOS?

Este pasado miércoles 17 introduje el taller con una comparación entre el gimnasio corporal y el gimnasio mental. En el primero ejercitamos sobre todo los músculos y las articulaciones, mientras que en el segundo (en talleres de pensamiento como éste) ejercitamos la articulación de ideas. Una de las diferencias, sin embargo, es que, mientras los gimnasios corporales proliferan, la asistencia a los "gimnasios mentales" es más bien escasa (o también proliferan pero no tanto). Ello dio lugar a que se tratara la pregunta: ¿Por qué proliferan los gimnasios? He aquí algunas ideas en torno a las cuales discurrió la sesión:

Al tratarse de un hecho que se daba por supuesto, se buscaban las causas de ese hecho, que pueden ser varias y diversas. Una primera causa fue "porque hay demanda". El problema de esta respuesta es que es muy general e indiferenciada (podría valer como causa de otros muchos hechos, por ejemplo, por qué proliferan los perros y mascotas, tema que ya lo tratamos). Profundizando un poco más, se propuso que "hay demanda porque se da un culto al cuerpo". Y se da un culto al cuerpo porque éste se ha convertido en un producto de consumo más sobre el que se crea una necesidad inducida, acompañada de su correspondiente publicidad y mercado de productos añadidos (ropa y marcas deportivas, alimentos, modelos de belleza, productos estéticos...). 

Proliferan los gimnasios porque ha habido un cambio en las formas de socialización y, hoy, los gimnasios cumplen una función socializadora, sobre todo entre los jóvenes. En el gimnasio puedes conocer gente y relacionarte con ella mientras vas realizando ejercicios. Dentro de esta función socializadora se incluyeron los clubs deportivos. En este sentido, una diferencia con el pasado es que antes el deporte era más espontáneo y menos organizado, mientras que hoy en día está más organizado e institucionalizado.

Proliferan los gimnasios porque es ahí donde se trabaja parte de la imagen personal, conseguir un tipo de cuerpo acorde con los modelos de belleza imperantes. De ahí que las chicas trabajen unas partes del cuerpo (sobre todo glúteos y brazos) y los chicos, otras (sobre todo tren superior). 

Proliferan los gimnasios porque proliferan también los trabajos sedentarios de poca movilidad. Esta función estaría relacionada con la salud, con el cuidado de las diferentes partes del cuerpo según la necesidad de cada cual.

Se distinguió entre acudir al gimnasio como sujeto o como objeto. Acudir al gimnasio como sujeto incluiría las funciones de salud y de socialización, mientras que al acudir al gimnasio como objeto se buscaría un propósito individual: conseguir el cuerpo propicio y una imagen para difundirla de forma presencial y, sobre todo, a través de las redes sociales. Habrá que ver hacia cuál de los dos modelos derivan los gimnasios.

Proliferan los gimnasios porque hoy en día la imagen personal (cuerpo + ropa + peinado) se ha convertido en un elemento fundamental de la identidad personal, y porque esa identidad personal existe en la medida en que es observada y aprobada en las redes sociales. En este sentido, las redes sociales pueden aumentar nuestra satisfacción o autoestima (por ejemplo, con los like) o pueden provocar el vacío y la frustración al pasar inadvertidos en las redes.

Alguien tildó este comportamiento como "perder la cabeza" y se dieron algunas razones. En primer lugar, por depositar el valor personal en una parte de nuestro ser (el cuerpo y su imagen) y por depender del valor que nos den los demás. Otra razón es que, todas esas imágenes que pululan por las redes sociales pueden suponer un riesgo debido a los casos de acoso y otros delitos que se pueden producir.

Con respecto a las redes sociales, se habló también de un cambio generacional: mientras que las generaciones anteriores tenían un sentido del decoro y del ridículo, hoy en día se busca justo lo contrario, ya que lo llamativo, lo grotesco y lo ridículo es lo que da el éxito.

Por último, se echó en falta la presencia de jóvenes en los lugares para pensar, como en estos talleres o cafés filosóficos. En la antigua Grecia los gimnasios cumplían esta doble función. Actualmente, sin embargo, el gimnasio se ha reducido a la dimensión corporal (y social), mientras que la dimensión cognitiva e intelectual la ha asumido la escuela. Aunque esta podría ser otra cuestión que pensar.

El próximo 24 de julio llevaremos a cabo el último taller y será guiado por la compañera Alejandra López desde México. Será a las 19:00 (hora peninsular), a las 18:00 (hora insular) y a las 11:00 (hora CDMX). Quien quiera participar, deberá notificármelo para que unos minutos antes le envíe el enlace.



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