viernes, 14 de septiembre de 2018

BENAVENTE: EL BIENESTAR SOCIAL Y LA FILOSOFÍA

Café filosófico de Benavente, 3 de agosto de 2018 (Foto: Mertxe Peña)
Tercer verano filosófico en Benavente desde que hace tres años comenzamos organizar sesiones de filosofía para niños y cafés filosóficos. Y todo gracias a los participantes que se han acercado hasta los cafés y a Antonio Vega, concejal de Educación y Bienestar Social, quien, otro año más, ha acogido con entusiasmo y generosidad la iniciativa. Por cierto, no sabéis cómo me gusta que los diálogos filosóficos, por lo menos en Benavente, entren dentro del ámbito del "Bienestar Social". Porque realmente la filosofía no nació en el ámbito académico, sino como una actividad crítica y reflexiva (y callejera) para buscar, al margen de cómo entienda cada uno la vida virtuosa y feliz, lo que puede haber de universal en esa búsqueda, una sabiduría orientadora de ese bienestar, tanto individual como colectivo. Pero lo que he comprobado después de unos cuantos cafés filosóficos, es que el mero hecho de reflexionar y dialogar con profundidad y rigor sobre temas que nos interesan o inquietan produce bienestar, porque responde a la necesidad humana de convivir racionalmente y, por lo tanto, ir más allá de una mera coexistencia superficial que evita, precisamente, profundizar en los asuntos básicos sobre los que construimos nuestra convivencia. Yo suelo notar al final de las sesiones una cierta satisfacción moral, como si los participantes, pese a las dificultades y el esfuerzo que conlleva participar en un café filosófico, tuvieran la sensación de haber cumplido un deber personal (mi autorrealización como ser racional) y un deber social (comprometerme con mis conciudadanos en la búsqueda de un consenso razonable sobre temas que nos atañen).

Café filosófico, Benavente, 24 de agosto de 2018 (Foto: Mertxe Peña)
Este años hicimos las sesiones en la casa de Solita (Casa de Solita) y contamos con aire acondicionado, agua y hasta un café con hielo la tarde que la sesión coincidió con la Feria del Libro de Benavente (Feria del Libro).Fijaos en la preciosa puerta y entrada de la foto. ¡Ah, Lourdes, muchas gracias por enseñarnos la casa.

Una de las cosas que me sorprendió de las sesiones del 27 de julio y del 3, 17 y 24 de agosto fue el interés, la inquietud y curiosidad de los participantes. Lo digo porque, cuando vamos a elegir el tema del diálogo, dejo un tiempo para que la gente vaya haciendo propuestas. Pues bien, mirad la cantidad y calidad de las preguntas que se propusieron en las cuatro sesiones. Las cuatro últimas son las que se eligieron en cada una de las sesiones. Además, mucha gente me suele preguntar de qué hablamos en "esas reuniones". Pues fijaos:


¿Qué el ser humano?
¿Qué puedo decir? (¿Hasta dónde llega la libertad de expresión)?
¿Puede una persona ser más que otra?
¿Deberíamos aceptar a todas las personas en igualdad de condiciones?
¿Están legitimadas las masas ignorantes para contrariar las decisiones de los expertos formados?
¿Es justa la sentencia a Juana Rivas?
¿Cómo adaptarnos a la nueva sociedad?
¿Por qué en el siglo XX la sociedad sigue siendo tan machista?
¿Hay algún caso en que la muerte sea justa?
¿Cómo estimular a las personas para que piensen?
¿Por qué el hombre necesita creer en determinadas ideologías?
¿Por qué se fomenta al materialismo en detrimento del espiritualismo?
¿Por qué la filosofía no tiene certezas?
¿Por qué humanizamos a las mascotas?
¿Por qué tenemos un yo tan grande y un nosotros tan pequeño?
¿Hacia dónde van las pensiones?
¿Es importante aprender a gestionar las emociones?
¿Por qué tendemos a tomar como verdad absoluta lo que creemos?
¿Por qué nos cuesta tanto incluir en la sociedad a personas con discapacidad?
¿Es bueno gestionar las emociones?
¿Qué aporta a la persona la dimensión espiritual?
¿Qué es la felicidad?
¿Tiene la cultura el mismo valor hoy que antes?

Preguntas elegidas:
¿Para qué educamos?
¿Somos libres los seres humanos? 
¿Cuál es el fin de la religión?
¿Caminamos hacia una sociedad cada vez más superficial?

Tengo que confesar que me sorprendió gratamente la inquietud filosófica que he encontrado en Benavente a través de todas estas preguntas. Preguntas tan diversas pero que constituyen la materia prima de la filosofía y las puertas de entrada al pensamiento y al diálogo profundo. 

(Continuará)