lunes, 19 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: VISITA A UN EX ALUMNO EN EL INSTITUTO DE ARQUITECTURA DE EUSKADI

José Ángel Medina Murua (Legazpi, 1975) fue alumno mío en los años 1991-92, cuando cursó el Bachillerato (creo que entonces era la REM -Reforma de la Enseñanzas Medias-) en La Salle de Zumarraga y yo estaba de profesor allí. Hoy es profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y hace un año fue nombrado director del Instituto de Arquitectura de Euskadi, que tiene su sede en Donostia. 

Por lo que he podido comprobar buscando noticias e imágenes suyas en Internet, sigue manteniendo la misma sonrisa que cuando tenía 18 años y la misma inquietud intelectual que mostraba en las clases de Historia de la Filosofía. Por eso, de vez en cuando, no falta algún correo suyo diciéndome que ha leído un artículo de mi blog o que sigue los comentarios relacionados con los cafés filosóficos, tal y como ocurrió hace unos días.

Así que, aprovechando su buena disposición, se me ha ocurrido trasladar el café filosófico de este miércoles 21 al Instituto de Arquitectura de Euskadi, donde, acompañado por algunas personas habituales de los cafés de este verano, realizaremos una visita guiada por el edificio y la exposición en torno a Eileen Gray, arquitecta y diseñadora irlandesa. Luego, haremos un café filosófico en torno a la arquitectura, el paisaje, el urbanismo... o algún tema relacionado. De hecho, en el anterior café se propuso una pregunta que quizá abordemos: ¿Debe el exterior reflejar siempre el interior? 

Por lo tanto, este miércoles 21, el café filosófico se traslada al Instituto de Arquitectura de Euskadi.

Os dejo el enlace del Instituto.


¡Ah! Si todo va bien, gracias también a la buena disposición del concejal Antonio Vega, los cafés filosóficos continuarán este verano en Benavente los días 28 de julio y 11 de agosto en el patio trasero de la iglesia de San Juan del Mercado, un lugar magnífico, recuperado para eventos culturales.

martes, 13 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿POR QUÉ CONSUMIMOS PROSTITUCIÓN?

Fuente de los Titanes, Valladolid

Este miércoles 14 haremos el siguiente café filosófico a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga.

El día 7 se propusieron tres temas:

  • ¿Existe la verdad?
  • ¿Debe el exterior reflejar siempre el interior?
  • ¿Por qué consumimos prostitución?
Elegido el tercero, los 8 asistentes profundizamos y problematizamos algunas ideas:

P. dijo que hay que tener en cuenta que la prostitución se produce dentro de un sistema capitalista que convierte también el sexo en producto de consumo, y se diferenció entre una prostitución aceptable o legal, por ejemplo, el consumo de pornografía, y una prostitución no aceptada, alegal o ilegal, que supone una relación sexual a cambio de dinero. No todos aceptaron esta distinción e I. defendió que la pornografía no es prostitución, puesto que no hay una relación sexual directa y personal entre el consumidor y los actores y actrices que actúan en los vídeos y películas porno. Sin embargo, S. defendió que sí, ya que los actores y actrices venden su cuerpo con una finalidad sexual a cambio de dinero, y este criterio es suficiente para considerarlo prostitución. De igual manera, A. añadió que una actividad como el "streptease" no se consideraría prostitución, al no haber una relación sexual directa y personal.

¿Y por qué se consume prostitución? Una primera respuesta de P.: por la necesidad de satisfacer nuestros impulsos sexuales. Otra respuesta de J.: porque vivimos en una sociedad machista y la prostitución es una forma de que el hombre demuestre su superioridad ante la mujer, humillándola y tratándola de cualquier modo. Esta última respuesta describía la imagen habitual que tenemos de la prostitución: una actividad violenta, humillante, sin respeto, practicada por mujeres en situación de explotación, amenazadas, etc. Sin embargo, M. y E. describieron una forma de prostitución ejercida desde la libertad entre dos personas que llegan a un acuerdo comercial y en la que la relación sexual está basada en el respeto. No obstante, J. consideró que incluso esta prostitución ejercida con consentimiento mutuo y en la que se mezcla el sexo con el dinero es una falta de respeto, aunque ninguna de las dos personas la viva como una falta de respeto. Para explicar por qué se considera la prostitución consentida y acordada una falta de respeto y no se considera una falta de respeto venderse para realizar otro tipo de trabajo, se apuntó la hipótesis de nuestra herencia moral platónico-cristiana, en la que el cuerpo y el sexo son considerados intrínsecamente sucios y pecaminosos. Y si esto añadimos el dinero, que también es considerado en algunas ideologías como un elemento sucio y corruptor... 

E. apuntó también la necesidad de consumir prostitución cuando es muy difícil establecer una relación sexual e íntima por los cauces habituales en la sociedad. Incluso se puede recurrir a una prostituta para buscar compañía e intimidad sin llevar a cabo una relación sexual, lo cual, si aplicamos un criterio que restringe la prostitución a sexo, no se consideraría prostitución. Sin embargo, J. criticó este planteamiento y estableció una analogía entre acudir a una prostituta y acudir a un psicoanalista, puesto que en los dos se habla, se paga y el resultado puede ser curativo. Pero A. añadió que hay una diferencia: aunque el resultado pueda ser el mismo, los motivos son distintos: uno va al psicoanalista a solucionar un problema mental y el motivo de acudir a una prostituta para hablar es búsqueda de compañía e intimidad.

M. y E. introdujeron un tema también interesante: el hecho de que la tecnología está diversificando y ampliando nuevas formas de prostitución, ya que, prácticas como desnudarse o masturbarse ante alguien delante de la cámara o enviar fotos sexuales a cambio de dinero también  podrían considerarse prostitución. 

Por último, se pidió a los participantes una palabra o aportación final sobre el tema o la sesión: respeto, libertad, complejidad, perspectivas, aprendizaje y otra pregunta: ¿En el sexo: orgasmo sí o no?



martes, 6 de julio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿CÓMO INFLUYE EL CAPITALISMO EN NUESTRAS DECISIONES?

Este miércoles 7 de julio continuaremos con el siguiente café filosófico. Será a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga.

Por lo que respecta al café de la semana anterior, pasamos del grupo habitual de junio de 5 personas a otro mayor de 11, lo cual demuestra que el diálogo filosófico es minoritario pero, por eso mismo, necesario. Lo guio Itsaslore y yo adopté el rol de participante. Se propusieron las siguientes preguntas como punto de partida del café filosófico, todas ellas interesantes:

  1. ¿Cómo influye el capitalismo en la toma de decisiones?

  2. ¿Por qué consumimos prostitución?

  3. ¿Existe la verdad?

  4. ¿Contribuye la ciencia al progreso?

  5. ¿Necesita un sistema alternativo el sistema democrático?


Por votación y mayoría, decidimos filosofar sobre la primera pregunta: ¿Cómo influye el capitalismo en la toma de decisiones?


Comenzamos aclarando que, como el aire que respiramos, el sistema capitalista nos rodea al igual que el agua al pez, que ni siquiera cae en la cuenta de que lo rodea. Quizás, apunta otra persona, no podamos decir que “vivamos” sino que “existamos” en un sistema tal, reflexión que dejó en el aire una interesante pregunta metafísica: ¿es lo mismo vivir que existir? Se propuso que, siendo la economía la infraestructura de la sociedad, el capitalismo influye en todos los niveles, ya sea político, social, ético, de roles… 


Nuestra toma de decisiones se ve claramente influida por el sistema capitalista, y, contestando a la pregunta, influye en nosotras incitándonos a consumir, a comprar. Esta idea se replanteó más adelante como “excitación del de
seo de consumir”, para lo cual la condición básica es que la población tenga capacidad para consumir. 


Problematizamos la pregunta planteando si es el nuestro realmente un sistema democrático en el que la población puede tomar decisiones que incidan en el plano político, y hubo posturas diferentes. Una persona no dudó en tildar al sistema como “ademocrático”, añadiendo que una élite económica toma todas las decisiones según sus intereses, e inventando, a partir de esa propuesta, el neologismo “hagoloquemedalaganacrático”.  Frente a esta postura, hubo quien apuntó que no vivimos (aún) en una sociedad capitalista, aunque sí en una economía tal, y la definió como democracia liberal, rincón de derechos individuales. No todos los presentes coincidían con esta idea, y hay quien propuso el sistema capitalista como fuente de desgracias e incapacidades, incluso como un sistema que nos niega el derecho a ser felices. A esto se añadió que vivimos en un momento de crisis de valores, y en una sociedad antropocéntrica, que utiliza el mundo como objeto de consumo. Tener esta perspectiva del mundo no solo hace daño al entorno, se precisó, sino también a uno mismo. 


Se repitió el sujeto “ellos”, “los de arriba”, para hablar de la élite de poder económico con influencia en las decisiones políticas. Y una persona puntualizó que deberíamos hablar desde el “yo”, es decir, poner consciencia en cómo cada una actúa e influye desde el entorno más cercano al global. Poner consciencia a partir de sensibilizar a la población e informar con transparencia, sería, desde su punto de vista, el camino para hacer un mundo más igualitario.


Coincidían varias personas en que el sistema capitalista, como antes se ha apuntado, influye en la medida en que mueve hacia el consumo el deseo de las personas. Se aclaró que lo consigue por diferentes medios, mencionándose: la publicidad, un sistema educativo que no fomenta la consciencia sobre las propias decisiones, la sobreinformación, el miedo, la amenaza del control digital y las leyes restrictivas amparadas por el poder del capital. Influye incluso, se sumó, en el objetivo de vida, ya que se nos plantea la acumulación de riqueza como valor supremo al que aspirar.


Hubo quien veía que había aún personas que viven fuera de este sistema capitalista, en comunidades o tribus, a las cuales no llega ese influjo consumista, o quizás, llegó en su momento y renunciaron a ello construyendo un espacio de vida no capitalista.


Terminamos debatiendo sobre la pertinencia y el sentido de consumir en el comercio local, analizándolo desde una perspectiva global, apuntando sus amenazas y posibilidades, así como señalando las dificultades o no dificultades, según posturas, de desarrollarse como individuos y como empresarios en el sistema capitalista.


Para dar fin al café, cada persona mencionó una palabra que resonaba en su mente tras este café: humildad, criterio, complejidad, responsabilidad, contradicciones, autocrítica, dueño, conciencia y desenfoque.


martes, 29 de junio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿TODAS LAS PERSONAS SOMOS POTENCIALMENTE SUICIDAS?

Mañana 30 de junio haremos el tercer café filosófico de este verano a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga. Esta vez será guiado por Itsaslore Yarza.
En el café anterior del 16 de junio se plantearon cuatro preguntas:
-¿Hasta qué punto tienes el poder de cambiar tu destino?
-¿Qué poder tiene la educación?
-¿En qué condiciones merece la pena que una vida sea vivida?
-¿Todas las personas somos potencialmente suicidas?

Se eligió el último tema y se esbozaron algunas ideas:
La postura mayoritaria fue que sí, que todos somos potencialmente suicidas, y que serán determinados factores los que nos lleven al suicidio, por ejemplo:
-Es posible que nuestra mente genere ideas que nos lleven a la depresión y, por lo tanto, la forma en que nuestra mente gestione esas ideas será decisiva a la hora de convertirnos o no en suicidas.
-La forma de entender la vida y el mundo, como un lugar lleno sentido, o caótico y absurdo.
-La forma en que cada uno de nosotros hace frente a las adversidades.
-Los pensamientos obsesivos que nos pueden hacer creer que es mejor estar muertos que vivos.

También se distinguieron varios tipos de suicidios:
-Un suicidio instrumental al que se recurre en situaciones irreversibles.
-El suicidio depresivo que puede estar determinado por cierta predisposición genética.
-El suicidio cometido por sugestión en determinados estados de crisis, como pueden ser determinados suicidios de adolescentes.
-El suicidio altruista de aquellas personas que dan su vida para salvar otras.

Por otra parte, el diálogo se centró en si un suicidio es fruto de una decisión libre y consciente o no. Hubo dos posturas en torno a esta cuestión:
-Una postura determinista según la cual hay circunstancias que anulan la libertad o nos sitúan en situaciones que no pueden llamarse libres. Por ejemplo, el caso de los judíos que mataban a otros judíos en los campos de concentración para salvar así sus vidas.

-Una postura indeterminista según la cual, por mucho que las circunstancias nos ahoguen, siempre tenemos un resquicio de libertad, por muy pequeño que sea. Siguiendo con el ejemplo anterior, algunos judíos podrían decidir morir en lugar de matar a otros. Lo que ocurre es que, en ocasiones, no queremos ser conscientes de que somos libres.

También se mencionaron algunos casos valiosos para reflexionar sobre la libertad:
-El experimento del psicólogo Stanley Milgram que, a raíz de el holocausto provocado por los nazis, empezó a hacerse preguntas acerca de la obediencia a la autoridad y a plantearse si cualquier sujeto sería capaz de torturar y asesinar obedeciendo órdenes.

-El comportamiento Eichmann, coronel de las SS y encargado de la organización logística de los transportes de judíos a los campos de concentración. Fue juzgado en Jerusalén. Este caso fue estudiado por la filósofa Hannah Arendt en su obra: Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal.

- Las reflexiones del neurólogo Victor Frankl en su obra El hombre en busca de sentido. Prisionero en campos de concentración en condiciones extremas, defiende la idea de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias.

Quedó sin defender la idea de que no todos somos potencialmente suicidas. ¿Tú qué piensas?

Como he dicho,  este miércoles 30 de junio haremos el tercer café filosófico de este verano a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Zumárraga y guiado por Itsaslore Yarza.

martes, 15 de junio de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO: ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE MI VIDA?


Este miércoles 16 celebraremos el segundo café filosófico a las 19:00 en la Casa de Cultura de Zumárraga. 

En el primer café filosófico del miércoles 9 de junio se eligió la primera pregunta propuesta por M. C.: ¿Cuál es el objetivo de mi vida? Recojo algunas ideas del diálogo:

J. explicó que esta pregunta es importante porque nos constituye como seres humanos pensantes.

Sin embargo, E. dijo que esta pregunta no es consustancial al ser humano. Las primeras preguntas serían: ¿De dónde vengo? o ¿Cómo puedo sobrevivir? La pregunta por el objetivo de mi vida aparecería después, en un contexto en el que el ser humano tiene sus necesidades básicas cubiertas y entonces se pregunta: ¿Y ahora qué?

Una respuesta a la pregunta: para A. el objetivo de mi vida es llegar a desarrollar la mejor versión de mí misma, idea en la que no profundizamos pero que hubiera sido interesante preguntarnos, por ejemplo, ¿cómo sé si lo que soy y lo que hago pertenece a la mejor versión de mí?

I. cuestionó uno de los supuestos de la pregunta, ya que, preguntar cuál es el objetivo de mi vida presupone que mi vida tiene un objetivo y yo debo concretar cuál. Sin embargo, ¿mi vida tiene un objetivo? Es más, ¿mi vida debe tener un objetivo para que tenga sentido?

Aquí se plantearon varias posibilidades: ¿Puede que mi vida tenga un objetivo pero que no tenga sentido? Y también: ¿Puede mi vida tener sentido sin que tenga un objetivo?

También nos topamos con la metafísica cuando distinguimos entre dos preguntas: cuál es el sentido de MI vida y cuál es el sentido de LA vida. Ante esta última, nadie fue capaz de dar una respuesta: "no lo sé", "me supera". Así pues, hicimos lo que nos recomendó Wittgenstein: "Lo que se puede decir, se puede decir con claridad y, ante lo que no se puede decir, es mejor guardar silencio".

J. dio otra respuesta a la pregunta: ante el inexorable paso del tiempo y la edad, su propósito es aferrarse a los momentos que le procuren alegría de vivir, felicidad, satisfacción y placer. Prefirió usar el término "propósito" en lugar de "objetivo", ya que este último tiene una connotación economicista.

Otra respuesta de E.: el propósito de mi vida es ir descubriendo cuál es el propósito de mi vida, que está íntimamente unido con aprender a morir de manera consciente, plena y espiritual. En ese descubrimiento ha pasado por dos estaciones; una: crisis vital y, dos: impotencia y humildad, ideas que quedaron también sin profundizar.

Destacaron dos planteamientos sobre la relación entre el propósito y el sentido. Para E. un objetivo o propósito puede merecer un esfuerzo, siempre y cuando sienta que ese objetivo forma parte de su propósito general, lo cual no siempre está claro. Este planteamiento fue calificado de "espiritual". Sin embargo, I. hizo un planteamiento más nihilista: se le resiste el hecho de tener que establecer un objetivo para el que no quiere hacer ningún esfuerzo; por eso mismo, es justo el no-objetivo y el no-sentido lo que le da una sensación apacible a su vida (aunque reconoció al final, paradójicamente, que había tenido sentido plantearse el objetivo de acudir al café filosófico).

Terminado el diálogo, se valoró la oportunidad de poder hablar con otras personas sobre estos temas tan personales y, a la vez, tan básicos y comunes, debido, precisamente, a la dificultad de encontrar tales oportunidades e, incluso, al rechazo que suscita hablar de estas cosas ("no me rayes", "no me compliques la vida", "déjame de paranoias"). Sin embargo, en boca de los participantes la experiencia fue "liberadora",  "humanizadora", "realizadora", como si al pensar y al dialogar con otras personas con cierta profundidad y rigor fueran los elementos de una realización personal y compartida que nos une en lo más básico al margen de nuestras diferencias.


viernes, 4 de junio de 2021

VUELVEN LOS CAFÉS FILOSÓFICOS DE VERANO... PRESENCIALES

 

Después de la (buena) experiencia a través de Internet, vuelven los cafés filosóficos presenciales, con mascarilla y distancia de seguridad. 

¿Qué es un café filosófico?

  • Todos nos vamos haciendo una idea sobre el mundo y vamos adoptando una serie de opiniones y creencias que provienen de la opinión mayoritaria de moda, lo políticamente correcto, la tradición, los medios de comunicación, las ideologías, la religión, etc.,  hasta el punto de basar en ellas nuestra seguridad e identidad.
  • El café filosófico es un lugar donde poder dialogar de manera racional, razonable y con libertad.
  • De manera racional porque no se trata solo de hablar y opinar, sino de profundizar y problematizar con razones y argumentos nuestras opiniones. 
  • De manera razonable porque la filosofía nos invita a salir de ese "para mí" y de "mi razón" y a escuchar otras razones distintas a las nuestras, e intentar entenderlas y tenerlas en cuenta para construir entre todos "la razón".
  • Con libertad, porque la filosofía nos permite ser críticos con las ideas de los demás y autocríticos con las propias. La filosofía es tan libre, que puede llegar a cuestionarse hasta a ella misma, sin límites y sorteando los prejuicios que puedan estar en la base de nuestras ideas.
  • Por ello, para tomar parte no hace falta saber de filosofía ni haberla estudiado. Basta con traer un poco curiosidad y espíritu crítico.
  • El diálogo parte de un tema o pregunta propuesta y elegida por los asistentes.
  • Las intervenciones son libres y voluntarias.

  • FECHAS: los miércoles 9, 16 y 30 de junio y 7, 14 y 21 de julio.
  • LUGAR: Casa de Cultura Zelai Aristi de Zumárraga.
  • HORA: 19:00
  • MODERADOR: Pello Biain. El café del día 30 será guiado por Itsaslore Yarza. (Ambos licenciados en Filosofía).

Como curiosidad, y para ir abriendo el apetito, he aquí algunos temas y preguntas que se han propuesto y tratado durante estos cuatro años, tanto en Zumárraga como en Benavente:

  • ¿Quién soy yo? ¿En qué consiste mi identidad?
  • ¿Es posible ser apolítico? ¿Vamos hacia una sociedad despolitizada?
  • ¿Ha vencido la funcionalidad a la belleza?
  • ¿Queremos seguir siendo los hombres y mujeres diferentes en algo?
  • Vascos: ¿tiene remedio lo nuestro?
  • ¿”Otro mundo es posible” o es solo una frase bonita?
  • ¿Qué está pasando en la educación de niños y jóvenes?
  • Tecnología: ¿más liberados o más dominados?
  • ¿Ha muerto Dios o solo está dormido?
  • ¿Para qué trabajamos?
  • ¿Es posible aceptar la muerte propia o la ajena?
  • Capitalismo y globalización: ¿esperanza o amenaza?
  • ¿Por qué corremos tanto?
  • ¿Mi teléfono móvil me hace más libre?
  • ¿Por qué proliferan tanto los perros y las mascotas?
  • ¿Cómo puedo saber si manipulo a alguien o me manipulan?
  • ¿Por qué se identifica la innovación y lo nuevo con lo bueno? 
  • ¿Aprobaría yo un examen de coherencia?
  • ¿Vivo engañado con respecto a algo? ¿Por qué?
  • ¿Necesito creer en Dios para encontrar la plenitud?
  • ¿Hay algo que me impide ser libre?
  • ¿Necesitamos la verdad para vivir? ¿Cómo puedo saber si vivo comprometido con la verdad?
  • ¿Debemos despedirnos del amor romántico? ¿Hacia qué tipo de relaciones afectivas nos dirigimos?
  • ¿Podemos vivir sin la dimensión espiritual? ¿Es compatible la espiritualidad con la ciencia? La espiritualidad actual: ¿necesidad o producto de consumo? 
  • ¿Qué está pasando en la educación?
  • ¿Qué es el ser humano?
  • ¿Qué puedo decir? (¿Hasta dónde llega la libertad de expresión)?
  • ¿Puede una persona ser más que otra?
  • ¿Deberíamos aceptar a todas las personas en igualdad de condiciones?
  • ¿Están legitimadas las masas ignorantes para contrariar las decisiones de los expertos formados?
  • ¿Es justa la sentencia a Juana Rivas?
  • ¿Cómo adaptarnos a la nueva sociedad?
  • ¿Por qué en el siglo XX la sociedad sigue siendo tan machista?
  • ¿Hay algún caso en que la muerte sea justa?
  • ¿Cómo estimular a las personas para que piensen?
  • ¿Por qué el hombre necesita creer en determinadas ideologías?
  • ¿Por qué se fomenta al materialismo en detrimento del espiritualismo?
  • ¿Por qué la filosofía no tiene certezas?
  • ¿Por qué humanizamos a las mascotas?
  • ¿Por qué tenemos un yo tan grande y un nosotros tan pequeño?
  • ¿Hacia dónde van las pensiones?
  • ¿Es importante aprender a gestionar las emociones?
  • ¿Por qué tendemos a tomar como verdad absoluta lo que creemos?
  • ¿Por qué nos cuesta tanto incluir en la sociedad a personas con discapacidad?
  • ¿Es bueno gestionar las emociones?
  • ¿Qué aporta a la persona la dimensión espiritual?
  • ¿Qué es la felicidad?
  • ¿Tiene la cultura el mismo valor hoy que antes?
  • ¿Qué nos depara el hoy? (que acabó siendo "¿Qué nos depara el futuro?")
  • ¿Qué es la muerte?
  • ¿Qué nos enseña más: la vida o la escuela?
  • ¿Qué nos ha pasado con las nuevas tecnologías?
  • ¿Tiene algún sentido la filosofía en en el siglo XXI?
  • ¿Aprobaríamos un examen de coherencia?
  • ¿Existe realmente el síndrome posvacacional?
  • ¿Debemos decir siempre la verdad?
  • ¿Por qué genera rechazo la inmigración?
  • ¿Culpables o inocentes?
  • ¿En qué consiste la buena educación?
  • ¿Somos nosotros los culpables de todo lo que está pasando?
  • ¿Cuáles son los obstáculos del acuerdo?
  • ¿Por qué le tenemos miedo a la muerte?
  • ¿Están ayudando las nuevas tecnologías a mejorar nuestras vidas?
  • ¿En el terreno emocional e intelectual podemos autoayudarnos?
  • ¿Yo como individuo puedo cambiar el estado de las cosas?
  • ¿Existe alguna religión verdadera?
  • ¿Por qué no nos escuchamos?
  • ¿Tenemos doble personalidad?
  • ¿cómo te enfrentarías a la muerte de una persona?
  • ¿Es general que la mayoría de la gente esté pendiente de los chismes sobre los demás?
  • ¿Tenemos derecho a la muerte?
  • ¿Es el modelo de vida actual sostenible?
  • ¿Existe una pérdida de valores en la sociedad actual?
  • ¿Existe la realidad objetiva?
  • ¿Por qué nos asusta la muerte?
  • ¿Por qué el ser humano ha desterrado la verdad como método?
  • ¿El dinero cambia a las personas?
  • ¿Vivimos en una sociedad violenta?
  • ¿Cuándo una persona deja de ser responsable de un delito?
  • ¿Qué debe primar: la libertad o la seguridad?
  • ¿Estamos padeciendo mucho estrés digital en el confinamiento?  
  • ¿La gran cantidad de información que recibimos nos permite formarnos un criterio propio o bien la asumimos acriticamente?
  • ¿Cómo nos va a afectar emocionalmente a medio y largo plazo el confinamiento?
  • ¿Cómo sobrellevar un duelo cuando no ha habido opción de despedirse de la persona?
  • ¿Estamos abocados a una nueva normalidad del control digital?
  • ¿Los ancianos tienen menos derecho a quejarse?
  • ¿Hay que priorizar unas vidas sobre otras cuando parece que no hay atención sanitaria para todas? ¿Con qué criterio(s)?
  • ¿A qué tipo de realidad/normalidad queremos salir?
  • ¿Cuál es el peor virus para nuestra sociedad, además del Covid-19?
  • ¿Es posible ser feliz sin cierta dosis de conformismo?
  • ¿Qué necesidades cubre el ser humano en la fiesta?
  • ¿Estaríamos mejor gobernados por los expertos (médicos, científicos, psicólogos, economistas...) que por los políticos?
  • Internet y las redes sociales rebosan de noticias falsas, bulos, hechos alternativos, posverdades... ¿Es necesario que los gobiernos velen por la verdad en los medios de comunicación?
  • Desde algunas instancias se habla del declive de la democracia y sus insuficiencias y defectos para gestionar los problemas de la sociedad. ¿Está fallando la democracia a la hora de gestionar y resolver nuestros problemas?
  • A raíz de la muerte de Diego Armando Maradona y debido a su agitada vida personal, hemos podido leer o escuchar en declaraciones esa idea de que "no importa lo que hiciste con tu vida (posibles errores, excesos...), sino lo que hiciste con la nuestra (alegrarla con tu fútbol)". ¿Es así o, por el contrario, nos debe importar lo que alguien hace con su vida?
  • Con respecto a la tema de la transexualidad, ¿hay que volver a definir en qué consiste ser hombre o mujer? ¿Debe tener cada persona el derecho de autodeterminación de sexo o género? ¿Es suficiente que un hombre desee ser mujer o una mujer dese ser hombre para serlo?
  • ¿Existe Dios?
  • ¿Mejor un estado laico que un estado aconfesional?
  • ¿Debe el arte ser autónomo o debe implicarse en la sociedad?

 

 

 


sábado, 6 de febrero de 2021

CARTA DE UNA EXALUMNA

 

Uno nunca sabe el efecto que las actividades de clase pueden tener en los alumnos. A veces, me parece que los cursos se suceden unos detrás de otros como si de una noria se tratara, de la que bajan grupos de jóvenes y suben otros con caras más bien de indiferencia. Tras terminar el Bachillerato, algunos alumnos me piden que deje de enviarles los artículos filosóficos de este blog, como si se libraran con alivio de un castigo. No obstante, de vez en cuando me ha parado alguno por la calle y me ha confesado que recuerda gratamente algo que dijimos en una clase de la que yo ya estoy olvidado y que para él fue revelador, o algún otro que al cabo de unos años entendió algo que en su momento no entendió y ha reconocido su valor. Es normal y a mí me pasa lo mismo. Cada uno va despertando y adquiriendo conciencia de las cosas desde lugares distintos y a ritmos distintos. Hace un tiempo, por ejemplo, contacté a través de Facebook con mi profesora de Francés de COU (actual 2º de Bachillerato), a la que le di las gracias porque, además de enseñarme francés, me mostró algunos valores de la cultura francesa que, para un joven de 17 años como yo que provenía de una enseñanza religiosa estrecha y un nacionalismo cerril, supuso un soplo de aire fresco y una apertura mental impagable. Quizá para ella, por ejemplo, hacernos escuchar, traducir y comentar Le métèque de Georges Moustaki fue un ejercicio más, pero a mí me lanzó hacia un cambio personal que todavía continúa.

Hace unos meses, recibí la carta de una alumna que describía la experiencia que tuvo en una clase de Filosofía donde hablamos sobre el sentido de la vida. La voy a compartir porque es un acto inusual que requiere valor (coraje) y al que doy mucho valor (importancia) y que, además, es muy gratificante para un docente.

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Hola Pello:

Estaba yo hablando con mis amigas y me he acordado de este texto que te escribí en su momento y que no me atreví a mandarte. Comentando el tema, me han animado a enviártelo. Te lo mando porque me quedé con ganas de hacerlo. 

 "Me he estado acordando últimamente de cuando el año pasado en clase de Filosofía pusimos en un papel cual era el sentido de la vida para nosotros.
Me desesperé cuando nos diste solo cinco minutos para pensar sobre ello. Esa era una de las preguntas que habían rondado en mi cabeza durante años y me estabas pidiendo que lo decidiera en cinco minutos. Me agobié muchísimo. Una compañera me dijo que pusiera cualquier cosa, que daba igual, que solo era un ejercicio de clase y que no me tenía que agobiar tanto por eso... y eso hice. En contra de mis creencias, puse algo tan básico y superficial como "la familia". Me llevé una desagradable sorpresa cuando empezaste a leer los papelitos. ¿Cómo es que más de la mitad de la clase de 2º de Bachillerato puede pensar que la familia es lo que da sentido a la vida? Mi cara era todo un poema ante esa respuesta del nivel de un niño de 7 años. O sea, ¿cómo una cosa independiente de ti puede ser tu sentido de la vida? ¿Con esto me estás diciendo que si tu familia no estuviera te suicidarías? ¿Tu vida es realmente tuya si el sentido de TU vida depende de otro ser humano? ¿Tan vacío hay que estar por dentro? 

 Me dieron ganas de levantar la mano y preguntar estas cositas a la gente, pero no lo hice y me guardé esto para mí. Como de costumbre, esa noche no pude conciliar el sueño, pensando una vez más en cuestiones metafísicas que seguramente nunca tendrán respuesta, pero me vino una idea y empecé a tirar de ella. 

 Era simplemente mi abuelo, que ya falleció hace tiempo. Él era un hombre al que le daba todo igual y solía acabar sus días en el bar de debajo de su casa bebiendo vino con sus amigos. Tengo el recuerdo de que él era feliz, nunca lo vi triste. De ese tema pasé al siguiente. Los abuelos son a los que menos les importa la muerte, aunque, paradójicamente, son los que más cerca están de ella. A mí no me da miedo la muerte, solo morir con dolor o morir dejando algo muy importante a medias. En medio de mis pensamientos interrumpió mi pregunta inicial, y empecé a atar cabos. La vida no tiene sentido si no morimos, ya que no nos daríamos prisa por hacer cosas y no nos importaría nada, pues tendríamos toda la vida para hacerlo. Y la muerte no tiene sentido sin la vida, ya que, para que algo muera, tiene que estar vivo. Entonces, ¿el sentido de la vida es la muerte?  Yo estoy viva porque voy a morir, y la gente nace porque hay otra que muere (si no, tendríamos un problema muy gordo).

 No te miento si te digo que me invadió la felicidad al llegar esta conclusión. 

 Hasta ahora he estado viviendo tranquilamente con esta respuesta, que para mí es bastante válida y aunque no sea una conclusión superbonita y esperanzadora, afronto la vida de otra manera sabiendo que vivir tiene un sentido. 

 Y para más colmo, estos días de cuarentena, he tenido la suerte de encontrarme con un libro de mi hermano de cuando estaba en 1° de Bachillerato. Su título es "Las preguntas de la vida" de Fernando Savater. Al leer este nombre me pareció familiar y caí en que ese apellido lo conocía de Leticia Sabater (desgraciadamente). En fin, me entró la curiosidad y me puse a ojear el libro. Para mi sorpresa, en la primera página que abrí me encontré con el primer capítulo "La muerte para empezar". ¿Casualidad? No lo sé, pero lo que sí sé es que,  después de leer el capítulo, tuve una sensación de alegría, por saber que no había llegado a ninguna locura de conclusión, y el extraño sentimiento de sentir que formaba parte de algo, como si fuera una comunidad que comparte este pensamiento. Entre una cosa y otra, me acabé el libro y siento envidia de mi hermano, ya que él ha trabajado en clase este temario y me parecen temas más interesantes y útiles que lo que dimos nosotros."

Sé que es un poco raro mandarte esto ahora, pero ya que estaba escrito, no quería quedármelo para mí sola. 

 Un saludo. 

 

domingo, 3 de enero de 2021

CAFÉ FILOSÓFICO EL LUNES 4 DE ENERO A LAS 18:30

El martes pasado llevamos a cabo un café filosófico durante dos horas. Se propusieron tres preguntas: 

  • ¿Existe Dios?
  • ¿Mejor un estado laico que un estado aconfesional?
  • ¿Debe el arte ser autónomo o debe implicarse en la sociedad?

Se eligió el tercer tema, el del arte.

Aspectos que destacaría:

-El hecho de contar con tres participantes nos privó de diversidad de puntos de vista, pero evitó que las respuestas se dispersaran, por lo que nos centramos en unas pocas ideas.

-Es curioso hasta qué punto algunos términos que utilizamos en nuestras preguntas son conocidos pero pueden resultar vagos o ambiguos. Digo esto porque estuvimos problematizando un buen rato la pregunta, sobre todo, tres términos de la misma: "arte", "autónomo" y "sociedad". Sobre el primero, lo entendimos en un sentido amplio, es decir, como cualquier manifestación artística (pintura, arquitectura, fotografía, literatura...). Sobre el segundo (autónomo), se definió como "no comprometido políticamente y desvinculado de toda ideología". El tercero dio lugar a que un participante pidiera sustituir "sociedad" por "política", pues el primer término es más amplio que el segundo, o sea, que no todo lo social es político. Pero ¿qué es lo específico de la política? Para un participante, "lo que tiene que ver con las leyes", para el otro, "cualquier decisión está relacionada con la política". Pero esta tesis era problemática. El primer problema era que, si "todo es política", no es posible discernir entre unas decisiones y otras. El segundo problema implicaba la desaparición del primer término de la disyunción que se proponía en la pregunta, ya que, si "todo es política", el arte también, luego ya no puede ser autónomo y la pregunta quedaba respondida: el arte debe comprometerse políticamente. Al final, y en aras de claridad, se acordó identificar la política con la ideología y reformular la pregunta de la siguiente manera: ¿Debe el arte (en cualquiera de sus manifestaciones) ser autónomo (desvinculado de cualquier ideología política) o debe implicarse en una ideología política?

Hubo consenso en considerar que el arte debe ser autónomo, utilizando dos argumentos centrados en la creatividad y la libertad, es decir, el objetivo del artista debe ser el arte por el arte, la expresión y el desarrollo libre de su creatividad en busca de la belleza. Esta cuestión dio lugar a otra pregunta: ¿Puede perseguir el artista otro fin que no sea la belleza?, cuya respuesta quedó solo esbozada.

También se planteó que la implicación política del artista sería justificable en una situación de desigualdad social, utilizando la obra de arte para expresar y denunciar las injusticias sociales, vinculando el arte a una ideología política de izquierdas. Sin embargo, ¿existiría también un arte vinculado a la ideología de derechas? ¿Qué expresaría dicho arte?

Por último, pusimos ejemplos de artistas autónomos y ejemplos de artistas comprometidos políticamente. También llevamos una pequeña investigación sobre el fundamente del gusto estético. Para ello, se eligieron algunas obras de arte y se respondió a la pregunta: ¿qué elementos encuentro en esta obra que hacen que me guste?

Al final, como es normal y deseable en filosofía, terminamos la sesión con más preguntas que respuestas.

Si te apetece seguir dialogando críticamente en grupo, mañana, lunes 4 de enero, llevaremos a cabo el último café filosófico de Navidad a las 18:30. Elegiremos el tema entre los que los participantes propongan. 

Quien quiera participar, debe instalar Hangouts Meet en su ordenador (gratuita) y escribirme a la dirección pello@ugleskola.eus para que yo le envíe unas horas antes la invitación para que se conecte. 

Hasta mañana y... ¡SAPERE AUDE!