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Foto: Mertxe Peña |
Hace una
semanas inicié la lectura del libro "Justicia. ¿Hacemos lo que
debemos?" del filósofo norteamericano Michael J. Sandel, donde hace una
reflexión de algunos problemas morales y sociales actuales a la luz de
distintos planteamientos éticos. Y, casualmente, hace una semana los sindicatos
de la enseñanza concertada en la que trabajo, convocaron una huelga de cuatro
días por motivos laborales. Debido a la duración inusual de la huelga y
estimulado por la lectura de la obra citada, dudé sobre la postura que debía
tomar, sobre cuál era la más justa y, por lo tanto, qué debía hacer. En un
primer momento, dudé entre desvincularme (opción que existe) o vincularme a ella votando o
absteniéndome. Al final, me abstuve en la votación. Sin embargo, me costó mucho
decidirme debido a las tribulaciones que me asaltaron y que las expongo, para
resumirlas, a modo de preguntas, para las cuales he atisbado muchas dudas y
pocas certezas:
·
¿Tengo algún vínculo con mis compañeros
de trabajo? ¿Quiero formar parte de un colectivo al que me une algo o voy por
libre?
·
Si me desvinculo, ¿de qué me desvinculo:
del resto de mis compañeros, de los sindicatos, de las reivindicaciones, de la
convocatoria o de todo a la vez?
·
Si me desvinculo, ¿estoy diciendo que yo
estoy solo y me represento a mí mismo?
·
Si yo estoy solo y me represento a mí
mismo, ¿debería yo negociar personalmente mis condiciones de trabajo con mi
empresa en nombre de mí mismo o debería formar otro colectivo a mi medida?
·
Así pues, ¿qué modelo prefiero
universalizar porque es más justo: estar vinculado a algún colectivo de alguna
manera y negociar colectivamente o estar desvinculado de todo colectivo y proponer
negociaciones individuales que, seguramente, van a dar lugar a condiciones de
trabajo distintas?
·
Y yendo un poco más allá: ¿debemos tener
todos las mismas condiciones de trabajo o éstas deben ser distintas en función
del valor y demanda que mis competencias profesionales tengan? ¿Debemos ganar
en un mismo puesto de trabajo todos lo mismo?
·
¿Debo compararme con alguien para
evaluar mis condiciones de trabajo? ¿Debo compararme con quien está mejor que
yo, con quien está peor, conmigo mismo, o sea, con cómo estaba antes y con cómo
estoy ahora, o debo compararme simplemente con las posibilidades reales del
momento? ¿Y cómo sé cuáles son esas posibilidades reales?
·
¿Puede haber, incluso, condiciones
personales que hagan muy difícil que ninguna condición laboral objetiva me
satisfaga realmente?
·
Y si me desvinculo y mis compañeros
consiguen alguna mejora debido a la eficacia de la huelga y a lo que ellos han
perdido, ¿no sería justo que yo me desvinculara del beneficio que voy a obtener
gracias a su pérdida?
·
¿Les debería yo algo a ellos en caso de
que yo ganara algo gracias a lo que ellos han perdido? ¿No sería justo que
yo contribuyera con mi beneficio a paliar, al menos en parte, sus pérdidas?
. ¿Tiene sentido que en una empresa se puedan desvincular de una convocatoria de huelga trabajadores que, en caso de que la huelga consiga un resultado, van a quedar vinculados a ese resultado?
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Foto: Mertxe Peña |
Llegados a este punto, descarté
desvincularme por esta razón, pero había otras preguntas que me rondaban:
·
¿Qué está por encima: mi obligación y
responsabilidad contraída con mi empresa y, sobre todo, con el alumnado (y
padres) o el derecho de hacer huelga para conseguir unas mejoras?
·
¿Es justo utilizar al alumnado (y
padres) como medio para conseguir un fin personal o colectivo?
·
¿Debo resarcirlos de alguna manera por
el perjuicio ocasionado?
¡Uf! Al final, me encontré como el saltamontes de la foto superior, enredado en una mosquitera de dudas y preguntas, y decidí participar en la votación y abstenerme en la misma. Pese a todo, las tribulaciones continuaron:
·
Si los trabajadores o sindicatos piensan
sobre la patronal, más o menos, eso de que "tenéis dinero pero os lo
queréis gastar en otra cosa y no en pagarnos más y mejorar nuestra
situación"; y, a su vez, la patronal piensa, más o menos, eso de que
"tenemos otras prioridades y, en realidad, lo que queréis es trabajar
menos y ganar más", ¿nadie ha inventado una forma de gestión gracias a la
cual sea posible, si no eliminar, disminuir esos prejuicios y desconfianzas?
·
¿Nadie ha "innovado" (perdón
por la palabra) cómo generar confianza sin tener que recurrir
exclusivamente al "confío en ti y te creo" o "no confío en ti ni
te creo"?
. Significan algo conceptos como "misión compartida" y "transparencia en la gestión" o son meros palabras vacías de contenido?
·
¿Tengo algún vínculo con mi empresa que
vaya más allá del mero contrato de trabajo?
·
¿Tienen la patronal y los trabajadores
algún interés común?