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Amanecer en Urretxu y Zumarraga desde Irimo |
martes, 17 de mayo de 2022
DIÁLOGOS EN URRETXU: ¿CÓMO VES EL AMBIENTE ENTRE LA GENTE DE URRETXU Y ZUMARRAGA?
domingo, 24 de abril de 2022
DIÁLOGOS EN URRETXU: ¿EL GÉNERO DEBER SER BINARIO O NO BINARIO?
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Paisaje binario |
El día 30 de marzo, nos reunimos cinco personas (tres hombres y dos mujeres). Propuse retomar las preguntas de la sesión anterior:
- ¿El género tiene que ser binario o no binario?
- ¿Se podrían estabilizar los precios de los combustibles?
- ¿Por qué somos inflexibles y rigurosos con algunas personas?
- ¿Hay que mandar armas a Ucrania o no?
- ¿Puede haber amistad sin sexo entre un hombre y una mujer?
- ¿Cómo nos afecta la guerra?
- No debe ser binario porque, si hay dos géneros, se establecen entre los dos géneros unas relaciones de poder en las que un género domina al otro y, por lo tanto, uno de los dos géneros sale perdiendo.
- No debe ser binario porque, de esa manera, las personas van a tener libertad a la hora de establecer su identidad personal.
- No debe ser binario porque, si lo es, las personas que no se identifiquen con su género, sufrirán el acoso y la presión social.
- No debe ser binario porque hay que superar el pensamiento dicotómico en el que vivimos. Según este pensamiento, dividimos la realidad en parejas de contrarios que simplifican la complejidad y diversidad humanas. Permitir la diversidad y complejidad producirá felicidad.
- Crispación, desorientación, vacío... al perder los referentes tradicionales. Para atenuar estos efectos la solución sería educar en el respeto a la persona y a la diversidad.
- Resistencia ante un cambio que supone la desaparición de los géneros y de las relaciones de poder.
- Ver el cambio como una traición, ya que algunos hombres pueden ver como traidores a otros que renuncian a su género. Asimismo, puede haber mujeres que no acepten a los hombres transgénero como mujeres. Aquí se hizo referencia al concepto "terf" (trans-exclusionary radical feminist = feminista radical transexcluyente). El hecho de que cualquier hombre puede ser considerado mujer, puede perjudicar a la mujer.
- Al ser la adolescencia un periodo de dudas, inseguridades y cambios, puede ser perjudicial aplicar a adolescentes tratamientos hormonales o cambios de sexo irreversibles basándose solo en lo que sienten, ya que el sentimiento es voluble y puede cambiar en esas edades.
- Peligro para las políticas de igualdad, ya que, si no va a haber hombres y mujeres, ¿qué sentido tiene luchar por la igualdad entre hombres y mujeres?
viernes, 15 de abril de 2022
"YO PENSABA QUE LOS QUE GOBIERNAN ERAN INTELECTUALES"
Y. tiene 16 años. Vino hace dos años de Malí sin hablar ni una pizca de español y ya lo habla mejor que muchos de sus compañeros que lo tienen como lengua madre. Es curioso, avispado e inquisitivo, y me gustaría que siguiera estudiando, pero él está empeñado en empezar a trabajar cuanto antes. El día en que comenzó la invasión de Ucrania sus compañeros entraron a clase comentando alborotados la posibilidad de una tercera guerra mundial como si fuera el estreno de una película de superhéroes. Él, sin embargo, callaba cabizbajo y taciturno. “¿Qué pasa Y.?”, le pregunté. “Pues… que yo creía que los que gobiernan eran… (buscó durante unos segundos la palabra adecuada)... intelectuales”, me respondió mientras se señalaba con el dedo índice la cabeza”.
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La idea del Bien obnubilada por la ignorancia |
Comprendí su decepción (agravada seguramente con los sucesos que se están viviendo en su país), pues... ¡quién no tiene una lista de chascos que empiezan por ese "yo creía que..." que se van sucediendo camino a la madurez! Lo quise consolar contándole que un filósofo llamado Platón también quedó muy decepcionado con los gobernantes de su época y luego busqué el fragmento de su Carta VII: “Y me vi obligado a reconocer… que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdaderamente filósofos (intelectuales, en boca de Y.) ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra".
Luego les invité a pensar si cada uno de ellos sería un buen gobernante y me extrañó que la mayoría confesara que no. ¿Por qué?¿Cuáles son los principales obstáculos para haya buenos gobernantes?
El resultado no fue La República II y salieron muchos prejuicios y tópicos sobre los políticos, pero también ideas muy interesantes.
¿Y tú serías un buen gobernante? ¿Por qué?
lunes, 28 de marzo de 2022
DIÁLOGO EN URRETXU ESTE MIÉRCOLES 30 DE MARZO
Foto: Carlos Mediavilla Arandigoyen |
- ¿Por qué no aceptamos las decisiones de las otras personas?
- ¿El género tiene que ser binario o no binario?
- ¿Se podrían estabilizar los precios de los combustibles?
- ¿Por qué somos inflexible y rigurosas con algunas personas?
- ¿Hay que mandar armas a Ucrania o no?
- ¿Puede haber amistad entre hombres y mujeres sin sexo?
- ¿Cómo nos afecta la guerra?
Como se puede observar, una preocupación giraba en torno a las relaciones (sobre todo entre madres e hijos) (1, 4). Otra, en torno a la guerra de Ucrania (5,7) y sus derivaciones (3). Por último, los temas 2 y 6 se relacionaban con el sexo, el género y la amistad.
Las emociones, es decir, no aceptamos las decisiones y comportamientos de las otras personas en la medida en que nos producen emociones negativas. En este sentido, se apuntó la necesidad de profundizar en las emociones, en el aspecto cognitivo de las mismas, pues no es lo mismo la preocupación que el miedo o la angustia. En esta graduación de las emociones intervienen nuestros pensamientos e imaginaciones.
La aceptación o no aceptación de lo que no está en nuestra mano. Esta división ya establecida por los filósofos estoicos entre lo que depende de mí y no depende de mí nos recuerda que no aceptar lo que no está en mi mano es fuente de sufrimiento. Aunque sea imposible la imperturbabilidad total ante lo que hacen los demás, es necesario aceptar la realidad tal y como es, no tal y como nos gustaría que fuera, pues, si no, nos condenamos a la frustración.
Este tema nos llevó también a tocar de pasada el tema de la muerte e incluso la guerra, que también forman parte de la realidad. La aceptación no es indiferencia, es dejar de luchar contra algo que no podemos controlar, dejar de exigir a la realidad que sea como nos gustaría que fuese. En este sentido, las decisiones y comportamientos de las otras personas no están bajo nuestro control. Podemos intentar influir en ellas, pero es distinto hacerlo desde la aceptación o desde la no aceptación.
Otro tema que también salió fue el de qué tipo de relaciones y vínculos establecemos entre las personas, sobre todo entre madres e hijos, e incluso se problematizó un tipo de maternidad, un modelo de ser madre en el que esos vínculos siguen siendo muy fuertes e impiden la aceptación de lo que los hijos son y deciden.
lunes, 7 de marzo de 2022
TALLERES PARA PENSAR Y DIALOGAR EN URRETXU
Los talleres tendrán distintos formatos:
- Proponer preguntas sobre un tema, elegir una e ir respondiéndolas por turnos estableciendo un diálogo.
- Elegir un tema problemático que despierte interés o preocupación y reflexionar sobre los problemas que los participantes encuentren en él.
- Elegir un tema y relacionarlo con las experiencias personales de cada uno para intentar ver qué tienen en común y en qué se diferencian.
El diálogo tendrá unas normas necesarias para trabajar el pensamiento y el diálogo. He aquí algunas:
- Pedir la palabra para hablar.
- Indicar qué intención se tiene a la hora de hablar.
- Justificar y argumentar las opiniones que se den.
- Analizar los problemas que aparecen en las opiniones que emitimos.
- Trabajar los desacuerdos de una manera argumentada, constructiva y colaborativa.
- Utilizar cualquier actitud que se dé en el diálogo como problema sobre el cual reflexionar y hablar.
Más información sobre el programa de actividades, aquí.
domingo, 2 de enero de 2022
¿POR QUÉ LA ENFERMEDAD MENTAL ES TABÚ EN LA SOCIEDAD?
Nos reunimos cuatro personas en la sala circular de la antigua escuela: Itsaslore, Maite, Ane y yo, con mucha distancia de seguridad, ventanas y puerta abiertas. Como yo me encargo de guiar el diálogo, las participaciones corrieron a cargo de estas tres compañeras que, para ser solo tres, dieron lugar a un diálogo en euskara muy fecundo. Se propusieron las siguientes preguntas:
- ¿Qué es la identidad?
- ¿Por qué algunos temas son tabú en la sociedad?
- ¿Qué es la realidad?
- ¿Es bueno resistirse a la deshumanización imperante?
- ¿Por qué nos da vergüenza la tristeza?
Se eligió la segunda, que se reformuló concretando algunos temas que son tabú en la sociedad: la enfermedad mental, la muerte y el sexo. Para no abrir muchos frentes, se eligió el primero, de tal forma que la pregunta se reformuló de esta manera: ¿Por qué la enfermedad mental es un tema tabú en la sociedad? Resumo aquí las ideas más importantes del diálogo:
Es un tema tabú porque nos da miedo. Por una parte, miedo a una actitud agresiva o violenta de quien padece una enfermedad mental. Por otra parte, nos da miedo porque dichas personas pueden tener comportamientos que se sitúan fuera de la normalidad, con la inseguridad que ello conlleva. La normalidad es el grupo, la aceptación, la consonancia; mientras que, fuera de la normalidad, nos acecha la exclusión, la no aceptación, la disonancia.
También nos da miedo poder llegar a empatizar con estas personas y llegar a cuestionarnos nuestra vida o hacernos preguntas sobre qué necesitamos para estar bien. La experiencia de observar a personas que no siguen el camino marcado por la sociedad en cuanto al trabajo, la familia, las costumbres, la moral o las convenciones sociales... puede provocar que dudemos de nuestra forma de vida y que nuestra confianza o seguridad en el sistema social se tambalee.
Además, la enfermedad mental nos recuerda la amenaza de que perdamos el control de nuestra propia cordura, es decir, que perdamos la cabeza en contra de nuestra propia voluntad. Aunque esto pueda suceder al azar o por factores internos, puede haber circunstancias externas que desaten esta pérdida del control, como, por ejemplo, no cumplir las expectativas sociales, o sea, no estar a la altura de lo que la sociedad nos exige para ser reconocidos, y vivir esa experiencia como un fracaso y una pérdida de sentido vital.
Otra razón de que la enfermedad mental se considere tabú es que dicho problema no se vea, se oculte, que pase inadvertido, como si no existiera, con el objetivo de que la sociedad marque y mantenga nítidamente los límites de la normalidad y evite que los individuos tengan la tentación de traspasarlos.
Esta última actitud fue criticada, ya que, si bien es más cómodo cerrar los ojos a dicha realidad, si la sociedad en general aceptara estos casos y aumentara nuestro conocimiento, este conocimiento aumentaría el bienestar de todos, tanto de los que padecen la enfermedad, como de los que conviven con ellos.
También se relacionó este tema con otras de las preguntas planteadas: por qué nos da vergüenza la tristeza. Al igual que con la enfermedad mental, se propuso la hipótesis de que, con la tristeza, nos salimos de la "normalidad", lo cual quiere decir que lo normal en nuestra sociedad es estar alegre. Pero si la tristeza forma parte de nuestra naturaleza y la sociedad nos obliga a estar o a aparentar estar alegres, vivimos en una sociedad hipócrita, artificial, dominada por la "happycracia" (término acuñado por la socióloga Eva Illouz y el psicólogo Edgar Cabanas). Así, se da la paradoja de que es la propia sociedad la que nos provoca malestar obligándonos a estar alegres.
Nuestra sociedad no es ajena a este fenómeno que se relaciona con el al capitalismo: la alegría es activa, y estando alegres somos más manipulables, más explotables, más productores y más consumidores; mientras que la tristeza nos empuja a la pasividad, a la quietud y lentitud y falta de deseo.
La sesión fue valorada positivamente. El hecho de contar con tres participantes hizo que el diálogo fuera pausado y fructífero. Hubo momentos de silencio para pensar, hubo momentos para articular pensamientos que, dentro de nuestra mente parecen claros, pero que al convertirlos en palabras se complican o incluso dudamos de ellos (es el efecto que produce escucharse a uno mismo lentamente, conscientemente y en voz alta). Dos de las participantes desconocían el método de café filosófico que utilizo y confesaron que al principio se asustaron un poco, ya que pensaban que el café iba a ser una especie de tertulia. Sin embargo, comprendieron mejor la diferencia entre un café "filosófico" y una tertulia. En el primero hay un esfuerzo por profundizar en nuestras opiniones, lo cual nos puede llevar a indagar en nuestras creencias, a hacerlas conscientes, a problematizarlas, a escuchar y escucharnos, a buscar conceptos, etc, lo cual, como he dicho, requiere un esfuerzo considerable; mientras que una tertulia no es más que una sucesión de opiniones que, muchas veces, no son ni nuestras.
Sin embargo, también se recalcó que ese esfuerzo es reconfortante, pues se sale de la sesión con la sensación del deber cumplido: el deber de pensar la realidad y de pensarse uno mismo. Aunque... ¿es el pensar un deber moral? Bien podría ser este el tema de otra café filosófico.