viernes, 14 de junio de 2019

HOY, SEGUNDO CAFÉ FILOSÓFICO

El pasado 7 de junio nos juntamos once personas en el primer café filosófico (en la foto faltan dos). Como curiosidad, otra vez (hasta el momento siempre ha ocurrido así) hubo más mujeres (7) que hombres (3 sin contarme a mí). 

Para no alargar mucho la fase de proponer preguntas, las limitamos a cuatro, que fueron las siguientes:

  • ¿Qué nos ha pasado con las nuevas tecnologías?
  • ¿Tiene algún sentido la filosofía en en el siglo XXI?
  • ¿Aprobaríamos un examen de coherencia?
  • ¿Existe realmente el síndrome posvacacional?

Salió elegida la pregunta sobre el sentido de la filosofía en el siglo XXI. Las respuestas positivas se fueron sucediendo y los "sentidos" también: cuestionarse las cosas y hacerse preguntas, pensar, buscar soluciones, sistematizar el pensamiento, ser críticos, dar sentido a la vida, transformar la sociedad. ¡Para que luego digan que la filosofía no sirve para nada!. Hubo algunas discrepancias (¡cómo no en un café filosófico!) en torno a dos temas. Primero, la delimitación del pensamiento filosófico, pues no siempre que pensamos lo hacemos de manera filosófica. El segundo desacuerdo giró en torno al problema de si la filosofía puede ayudar a buscar la felicidad (concepto que también dio problemas, claro) y si todos buscamos indefectiblemente lo bueno o podemos buscar también lo malo. Es curioso cómo esta cuestión ya la planteó un griego ateniense llamado Platón en el siglo V a. C. (y que está desarrollado en el diálogo Menón) y vuelve a aparecer 2500 años más tarde en un café filosófico de Zumarraga. Pues ese es otro de los sentidos de la filosofía: seguir tratando esos temas que no caducan ni se resuelven pero que, tratándolos y profundizando en ellos, por lo menos los entendemos mejor.

Hoy a las 18:00, segundo café filosófico en la Casa de Cultura de Zumarraga.

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