- ¿Por qué el ser humano llega a la guerra?
- ¿Por qué la eutanasia nos crea tantos debates morales?
- ¿Por qué somos tan hipócritas?
Elegida la última, recojo aquí el resumen de algunas de las aportaciones:
El debate comenzó con una definición de hipocresía: "disonancia entre lo que pensamos y hacemos", que se acerca a la de la RAE: "fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se experimentan". Sin embargo, en la primera definición no está lo que se añadiría posteriormente: la intención de engañar a alguien.
También se dio una hipótesis de por qué lo hacemos: porque queremos mostrar una imagen ante los demás que encaje en los valores imperantes en la sociedad. Así, engañamos alguien para mostrarnos tal y como no somos. También se apuntó que la hipocresía puede tener infinitas causas, pero que esto no sería lo relevante.
La hipocresía, pues, parece tener una dimensión social. Sin embargo, ¿alguien podría ser hipócrita sin sociedad? ¿Podría ser hipócrita Robinson Crusoe? Para unos, es imprescindible que haya un agente social ante quien ser hipócrita. Para otros, sin embargo, uno podría ser hipócrita consigo y ante sí mismo, cosa que para algunos era difícil de entender, pues ¿qué necesidad tendría alguien de ser hipócrita si no necesita mostrar una imagen ante nadie? Hubo quien defendió que Robinson Crusoe siguiera siendo hipócrita en soledad debido a la interiorización profunda de la norma social. Al final, se aceptó que ambas posibilidades no se excluyen y pueden darse a la vez.
Se intentó diferenciar entre la hipocresía y la incoherencia: para algunos era irrelevante, pero para un participante sí había un criterio que las diferenciaba. La hipocresía conlleva un juicio moral, mientras que la incoherencia, no. Ser hipócrita en casi un insulto, mientras que ser incoherente es algo comprensible y hasta aceptable. Por eso, todo hipócrita sería incoherente pero no todo incoherente sería hipócrita.
Más tarde se relacionó la hipocresía con la vergüenza y culpabilidad. La hipocresía, al tener una dimensión social podría asociarse a la vergüenza, que también tiene una dimensión social: o sea, somos hipócritas para no sentir vergüenza por no ser como la sociedad nos exige. Sin embargo, la culpabilidad es un malestar de alguien consigo mismo por actuar en contra de sus propios principios.
También se planteó si ser hipócrita es una decisión autónoma (uno es hipócrita porque quiere serlo y punto) o es la sociedad la que nos induce a ser hipócritas porque esto nos va a reportar cierto premio o beneficio. Pero esta cuestión no fue abordada.
Transcurridas dos horas, y estando el debate en su apogeo, se plantearon algunas conclusiones y cuestiones finales:
El ser humano es un compendio de ser, estar y parecer. Estamos con los demás y aparentamos ante los demás, pero nos falta el ser, el autoconocimiento. Aunque, si nos conociéramos más, ¿este autoconocimiento evitaría que fuéramos hipócritas o solo nos haría más conscientes de nuestra hipocresía?
¿Pueden ser hipócritas los animales? Un animal sabe, pero no sabe que sabe. Un ser humano sabe y sabe que sabe. ¿Qué relación tendría esta diferencia en el hecho de poder ser hipócritas?
¿Un niño crecido sin contacto humano (¿el pequeño salvaje de Truffaut?) sería hipócrita? ¿Sentiría vergüenza? ¿Y culpabilidad?
En cuanto al diálogo en sí, solo hubo una respuesta a la pregunta, que suele ser el hilo conductor. El resto consistió, más bien, en añadir cosas y conceptos en torno a la hipocresía, lo cual provocaba que el debate se ramificara y fuera más complicado entender las relación entre todo lo que se iba diciendo. Por eso, intenté que cada participante aclarara su propósito antes de intervenir, pero es algo que cuesta, ya que, o no se ve muy claro o se quiere responde a todo lo dicho hasta ese momento. Pero sigo pensando que reducir la cantidad aumenta la calidad y la claridad.
Hubo quien dijo que asiste a un café filosófico, no para encontrar certezas sino distintas perspectivas. Efectivamente, la filosofía no te da certezas, sino dudas. Y eso puede ser incómodo y molesto. De hecho uno de los objetivos que me marco suele ser que la gente se pregunte por qué piensa como piensa y no de otra manera, en qué se basa para pensar como piensa. Y cuando no encontramos una base firme y dudamos, nos ponemos a temblar (¡no me líes!). Pero es la única manera de que el café filosófico no se convierta en una mera tertulia.
En fin: ya sabemos cómo es el mundo con hipocresía. pero... ¿cómo sería un mundo sin hipocresía? ¿Te lo imaginas? Bonito tema para otro café.
Chiste final de un participante: ¿Fue Hipócrates hipócrita? Ya me imagino a todos en casa con el diccionario etimológico.
La escultura de la foto se titula "Cabeza" (Juan Diego Miguel, 1999) está en la campa del Señorío de Bertiz, en Navarra, y creo que puede tener relación con la hipocresía. ¿Por qué?
¡Pasad buenas vacaciones!