domingo, 8 de septiembre de 2019

VERANO FILOSÓFICO EN BENAVENTE: ALGUNAS RESPUESTAS

Dejo un sucinto resumen de los cuatro cafés filosóficos de Benavente 2019.
Café filosófico en Benavente, 7 de agosto de 2019

¿SOMOS NOSOTROS LOS CULPABLES DE TODO LO QUE ESTÁ PASANDO?


Esta pregunta suscitó dudas por ser demasiado abstracta. Recurrimos a preguntar a quien la había formulado, la volvió a reformular de la siguiente manera: ¿Somos nosotros los culpables de de la situación política que estamos viviendo? La mayoría de las respuestas apuntaron al sí por varias razones:
  • Porque somos nosotros quienes elegimos a los políticos.
  • Porque entre los políticos se ha producido una pérdida de valores, de respeto y de educación.
  • Por ignorancia y desidia, ya que la mayoría de los ciudadanos no se preocupa por averiguar a quién vota realmente y, aunque lo sepa, sigue votando a los mismos políticos.
  • Hubo alguien que respondió que no somos culpables, alegando que votar no puede ser motivo de culpabilidad, pues es una obligación ciudadana. 
  • Y también quien culpabilizó a determinados poderes económicos (la Banca) que manipulan a los políticos.

Quedó patente en esta sesión la preocupación ciudadana por una democracia que empieza a mostrar fallos en su funcionamiento, como si no hubiéramos aprendido nada desde que Platón nos alertara hace ya 2500 años contra algunos peligros de la democracia como la corrupción y la demagogia.

¿TENEMOS DOBLE PERSONALIDAD?

"Doble personalidad". Piscina fluvial de Santa Croya de Tera, Zamora
La mayoría de los participantes defendió el sí:
  • Una personalidad está conformada por lo que realmente somos cuando estamos a solas y somos honestos con nosotros mismos. La otra personalidad es la imagen que construimos para adaptarnos a las circunstancias, a los convencionalismos sociales y a lo políticamente correcto.
  • Otra repuesta justificó la doble personalidad en la necesidad de adaptación al grupo que tenemos, lo cual hace que tengamos, no ya doble personalidad, sino múltiples personalidades.
  • La opinión discordante aducía que no tenemos doble personalidad, sino una personalidad, y lo que hacemos luego es mentir a los demás y mostrarles lo que no somos por una necesidad no tanto de de adaptación, sino de aceptación por parte de los demás.
  • Tal y como suele ocurrir, hubo problemas con el término "personalidad" y con las distintas acepciones con que era utilizado, distinguiéndolo de otros como "carácter", "temperamento", "estado de ánimo"..., así como la influencia de la genética y la educación en su conformación.

Es curioso cómo funcionamos habitualmente con nuestra(s) personalidad(es) y, a la vez, seguimos siendo un misterio para nosotros mismos, hasta qué punto nos "desconocemos".

¿CÓMO TE ENFRENTARÍAS ANTE LA MUERTE DE UNA PERSONA?

Café filosófico en Benavente, 14 de agosto de 2019
El tema de la muerte siempre anda rondando de una manera u otra. Es un tema "estrella", no en vano es el mayor acontecimiento que viviremos cada uno de nosotros en el que se dirimirá nuestro último destino.
La mayoría de las respuestas fueron sabias, en el sentido de recoger toda una tradición filosófica representada sobre todo por el estoicismo: la aceptación de la muerte propia y ajena. Otra cosa es qué significa e implica esa aceptación en la vida diaria y si en el momento decisivo de vernos frente a frente con ella, seguiremos la teoría que tenemos tan bien aprendida, o seremos presa de la ansiedad ante la incertidumbre que conlleva morir o del miedo abismal ante la posible desaparición definitiva.
He aquí algunas respuestas. Me enfrentaría a la muerte:
  • Aceptando la pérdida y la ausencia de la persona, intentando suplir o llenar el vacío dejado por ella.
  • Ante un caso real vivido, aceptando el deterioro de la persona y su pérdida y haciendo lo que se pueda en las circunstancias, sabiendo que hay que pasar por distintas fases.
  • Olvidando la muerte, no dándole demasiado importancia, pues es algo que puede pasar en cualquier momento.
  • Sin tragedia, aceptando la muerte como una parte necesaria de la vida.
  • Hubo quien defendió que cuando la muerte es algo que ocurre a muchas personas por diversas causas en ciudades grandes, uno llega a habituarse a ella y se enfrenta de una manera, mientras que en un lugares poco poblados ocurre lo contrario.
  • Del hecho de habituarse a la muerte saltamos a la guerra, donde morir y matar se "normaliza". Hubo quien defendía que en una guerra se produce un cambio en los principios morales: lo que en época de paz está mal (matar), en época de guerra está bien. Contra esta opinión se alzó otra: en la guerra no se produce un cambio en los principios morales: matar sigue estando mal, lo que ocurre es que llegamos a realizar acciones en contra de nuestra propia conciencia moral, pero no hay un cambio de principios: sabes que matar está mal, pero lo haces. Ambas opiniones nos llevaron a otro tema recurrente: ¿el bien y el mal son subjetivos u objetivos?

¿ES EL MODELO DE VIDA ACTUAL SOSTENIBLE?

En un principio, las respuestas apuntaron al no. Las razones:
  • Por una degradación de los valores morales con la pérdida, sobre todo, del respeto.
  • Por una utilización abusiva y expoliadora de los recursos naturales.
  • Por un sistema capitalista que produce una tecnología que facilita la conexión entre las personas pero que, paradójicamente, esa conectividad no refuerza los vínculos sociales en pos de un compromiso por un futuro mejor, sino que produce un individualismo que aísla a las personas y las desvincula de sus sociedad, provocando indiferencia ante los problemas. Además de indiferencia, hubo quien pensaba que todo ello provocaba una pérdida de valores, que fue otro de los temas propuestos pero no elegido.
  • La respuesta afirmativa se defendía alegando su confianza en que el ser humano, antes de que nos aboquemos al desastre irreversible, será capaz de crear nuevas alternativas y tecnologías que resuelvan los problemas actuales.


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