Este martes 27 de junio, tercer café filosófico. En el del pasado 20, además de las preguntas no elegidas en el anterior, se propusieron las siguientes:
- ¿Son los políticos actuales capaces de dirigir la sociedad o nos llevan irremediablemente hacia el abismo?
- ¿Está en desuso la masculinidad?
- ¿Estamos preparados para la dependencia que supone la vejez?
Se eligió esta última y, hoy, en lugar de comentarlo yo, he pedido a algunos participantes que lo hicieran y aquí tenéis los comentarios de dos de ellos, Manu y Josetxo. ¡Mil gracias a los dos!
Josetxo: En lo referente a la conducción del debate, cuesta hacerse
un hueco, porque el moderador Pello, emplea finamente el método socrático de la
mayéutica, magistralmente, para que el interlocutor descubra sus propias
verdades, o sea, una forma de construir conocimiento a partir de resolver
preguntas y una forma de analizar la verdad comparando diferentes opiniones. Resumiendo: método positivo, el único aspecto negativo que encuentro a las sesiones es su
corta duración. Gracias, Pello, por tu maestría y sabiduría. (Josetxo)
Manu: Me gustó cómo se desarrolló el café porque, a la hora de
compartir, tan importante es la claridad y concreción en lo que queremos decir,
como el saber controlar la emoción de querer expresar lo que pensamos y sentimos
a veces, queriendo saltarnos a la persona que tenemos al lado. En definitiva, me
gusta la forma de llevar el café por la oportunidad de escucha activa que se
ofrece. Lo único "negativo" es el inexorable paso del tiempo porque
siempre se me quedan cortos. Me llamó la atención la contradicción en alguna de
las ideas. Por ejemplo, decimos que no estamos preparados para la dependencia como
sociedad porque no escuchamos a los mayores y los excluimos, pero sin tener
toda la información necesaria, se dice que un Presidente de un país, está senil
y no debería estar ahí en dicho puesto. Otra contradicción: que deberíamos ver
la vejez como un exitazo, pero una vez llegada a ésta, nos autoexcluimos, más
que nos excluye la sociedad. Paradoja:
hablamos de si estamos preparados para la dependencia que va a suponer
la vejez, haciendo una distinción en si lo estamos a nivel individual para
aceptarlo, y si lo estamos como sociedad para ofrecer cobertura a esa
dependencia, cuando en mi opinión si no estamos preparados para lo primero,
difícilmente vamos a dar respuesta a lo segundo. Porque nadie desea hacer
llevar una vida de vejez a una persona joven. Cariño sí, amor por supuesto,
comprensión, sin duda, para nuestros mayores, pero que, llegado el momento, la cuerda
de la dependencia con nuestros familiares (hijos, por ejemplo) no se haga tan
corta que les hagamos vivir una vejez anticipada. La hoja del cerezo no puede
ni debe brotar en invierno. Y admiro a los elefantes cómo aceptan que ya no son
útiles para la manada y se retiran aceptando ese final. (Manu)
Manu: He encontrado una idea valiosa: las ganas que en el fondo
tiene la gente de compartir y saber sobre temas profundos que tal vez en sus
entornos no llegan a tener cobertura emocional. Me llamó la atención el hecho
de que la muerte, de forma maquillada, indirecta, siempre ronda en muchas de
las cuestiones planteadas. Quiero decir que, hablando de dependencia, salió la
palabra muerte. Me gustó mucho la idea de ver la vejez como un
"exitazo" que expuso uno de los participantes. Aunque se comentó la idea de diferenciar
la dependencia física y mental, en este punto creo que el que lo expuso quería
hacer ver, no tanto si la dependencia viene de una incapacidad física o
incapacidad mental (neurológica, digamos), sino, si mentalmente estamos
preparados para llegar a una vejez que, irremediablemente, en la inmensa
mayoría de los casos traerá consigo una dependencia de los demás. Saqué la
conclusión de que hay temas sobre los que el ser humano no se puede engañar ni puede
escapar de ellos poniendo corazas, y este es uno de ellos. El irremediable transcurso
del tiempo que nos llevará, si hay suerte, a una vejez que no es más que una
etapa de esta enfermedad crónica con la que nacemos, que se llama muerte. (Manu)
Josetxo: Partiendo de la pregunta se abrieron diferentes frentes,
aunque los puntos de vista no se alejaban unos de otros. La gente más joven comprendía correctamente la pregunta,
pero desde ese punto de vista la veían lejana en el tiempo, mientras que los más
mayores la asimilábamos con ciertas dudas, aunque la realidad es la que es. El grupo, en general, tenía dudas sobre cómo iba a ser esa
transición, pero lo que estaba claro para los allí presentes, era el destino
final. Si bien es cierto, las dudas existenciales que se palpaban
en el ambiente quizás sean debidas a que, desde niños, no se nos enseña a lo
que en otras religiones tienen establecido como una cultura de comprensión de
la muerte, haciendo que esta última sea un paso de transición. Por lo general las posturas han sido valiosas, dado que cada
uno aporta lo que en ese momento cree que es lo correcto. Por comprimir, muchas
ideas quedan fuera del debate, la conclusión personal es que todos guardamos
esa incertidumbre hacia e mañana. (Josetxo).
Y tú, ¿estás preparado para para la dependencia que supone la vejez?
Si te apetece pensar y conversar en grupo con libertad y de manera crítica, este martes 27, estaremos en la Casa de Cultura de Zumarraga.
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