lunes, 3 de julio de 2023

¿ES COMPATIBLE HOY EN DÍA LA LIBERTAD CON EL AMOR EN PAREJA?

Este martes 4 de julio, cuarto café filosófico a las 18:30 en la Casa de Cultura de Zumarraga. En el café de la semana pasada, además de las preguntas no elegidas en las sesiones anteriores, se propusieron dos:

  • ¿Nos está deshumanizando el neoliberalismo?
  • ¿Es compatible hoy en día la libertad con el amor en pareja?

Resumo la sesión a partir del análsis de la pregunta:

En primer lugar, la pregunta intenta abordar el problema de una manera objetiva a través del verbo "es" y el sujeto "la libertad", como si la libertad fuera un sujeto activo que actúa al margen de un sujeto humano. En este sentido, la pregunta huye del compromiso personal, no pregunta, por ejemplo: ¿Puedo ser libre en una relación amorosa en pareja? Ni tampoco lo hace con un plural inclusivo: ¿Podemos ser libres en una relación amorosa en pareja? ¿Por qué lo hacemos? 

A continuación, aparece el adjetivo "compatible", sinónimo de "posible", ya que dos cosas son compatibles, según la RAE, cuando pueden estar, funcionar o coexistir a la vez. La palabra compatible nos lleva, pues, al reino de la posibilidad, que es casi infinito. De ahí que casi todas las respuestas fueran afirmativas, pues, poder, claro que pueden existir a la vez la libertad y el amor en pareja. Esto nos llevó a los matices, a respuestas del estilo: sí son compatibles, pero...". En estos matices estuvo el peso del diálogo.

¿Por qué incluye el autor de la pregunta "hoy en día". ¿Por qué no lo sobreentendió? ¿Quería decir que la época condiciona la posibilidad de que ambas cosas existan? ¿Que hay épocas en las que sí pueden ser compatibles y épocas en las que no? ¿Qué ve el autor en la época actual para que la incluya en la pregunta? ¿Más facilidad o más dificultad para que la libertad y el amor en pareja sean compatibles? Si admitimos que vivimos hoy en día en sociedades más libres, ¿esta libertad hace más difícil el amor en pareja y más fácil, por ejemplo, el poliamor que cuestiona la existencia de la pareja? Sin embargo, no entramos en esta cuestión.

La libertad. Cada vez que sale este concepto así en abstracto, nos metemos en un laberinto. Se intentó concretar y se añadió "la libertad de tomar decisiones personales", lo cual no ayudó mucho, ya que lo añadido está de alguna manera implícito en el concepto "libertad", pues qué es la libertad sino la capacidad de decidir entre varias opciones. Y así entramos en las paradojas de la libertad: que si siempre somos libres, que incluso si decidimos no ser libres estamos siendo libres, que si no es posible ser libre si hay límites, que si renunciar a la libertad y someterse a la voluntad de otro es un acto libre. Intentamos llegar a una conclusión que nos permitiera salir del atolladero: a) somos libres, b) la libertad es siempre relativa, c) la libertad implica poder establecer (y desestablecer) libremente límites a la libertad.

Por último, el binomio "amor en pareja". Aquí se interpretó el amor como una necesidad (de amar y de ser amado) que puede ser compatible con la libertad y la autonomía personales en pareja; y el amor como una necesidad que genera una dependencia hacia la pareja (unidireccional o bidereccional), dependencia que crearía problemas en la autonomía personal y en la libertad. No obstante, también hubo quien se preguntaba si el amor como "necesidad" es algo natural o cultural, si nacemos con esa necesidad o si es la cultura la que nos transmite el amor entendido como necesidad. También se presentó el amor como el "pegamento" que une a la pareja y justifica la renuncia a cierta libertad. Sin embargo, se cuestionó que en la realidad sea el amor lo único que une a una pareja y se mencionaron otros "pegamentos": la costumbre, el cariño, el interés, el sexo, el cuidado mutuo, la armonía, la convivencia... todas ellas compatibles con la ausencia de amor en pareja.


Por cierto, tras la sesión surgió una discusión en torno a otro tema: posturas a favor y en contra de grabar los cafés filosóficos y publicarlos para que se pudiera ver lo que hacemos. Discusión muy intensa y que transcurrió fuera de los límites metodológicos una vez terminada la sesión y que demostró, precisamente, la necesidad de los límites metodológicos sin los cuales, no hay diálogo filosófico posible. Gracias a los asistentes por su participación e interés. Constato con estas líneas su ejemplaridad crítica.


2 comentarios:

  1. Interesante debate. Me gustaría contribuir que también se puede entender la libertad como el máximo exponente del amor. "Te amo, luego no pongo ninguna barrera a tu libertad". Según esto, el amor "de pareja" supone en sí mismo un recorte de la libertad. Argüir que uno puede ser libre para decidir no ser libre creo que es más que nada un juego dialéctico. Suena bien sobre el papel pero en la práctica puede llevar a justificar precisamente la no libertad, como en el terreno político lo han hecho regímenes autoritarios como el franquismo o el comunismo soviético, bajo la cobertura del concepto colectivo esencialista de la Nación o la dictadura del proletariado. En realidad, pura dictadura. No tengo claro en este momento cómo (o si) se traslada esto al ámbito relaciónal interpersonal. Lo expongo para criticar la idea antes anotada de que uno puede decidir (libertad) no ser libre. Quizás, pero eso lleva eventualmente a un callejón sin salida (p. ej. soy libre para unirme a ti en una relación de pareja que va a recortar mi libertad. Y luego, ¿qué?).

    Tema apasionante e irresoluble. Bonito para conversar y llegar a un amable acuerdo de que todos podemos tener algo de puntería al hablar de ello, pero dar en el blanco... ese es otro tema. Saludos.

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    1. Gracias por tu contribución. Efectivamente, tema apasionante e irresoluble, como todos los que salen en los cafés, lleno de paradojas y más preguntas. Sin embargo, el abrirlos y tratarlos de una manera crítica es un placer al alcance de cualquiera. Así que, aunque no sé quién eres, acércate algún día a los cafés. Saludos.

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