jueves, 15 de agosto de 2024

¿POR QUÉ SOMOS TAN DESCONFIADOS?

Este martes 20 de agosto llevaremos a cabo el tercer y último café filosófico de este verano en Benavente, a las 19:00 horas en la Casa de Solita.

El pasado martes 6, a las preguntas del café anterior del día 30, se añadieron las siguientes:

  • ¿Cómo puede influir el entorno en tu personalidad?
  • ¿En qué medida la felicidad o bienestar depende de los demás? Aquí pedí diferenciar "felicidad" y "bienestar" y elegir uno de los dos conceptos. Se propuso el tiempo como criterio, la felicidad se prolonga en el tiempo, mientras que el bienestar es más breve, y se eligió "bienestar".
  • ¿Por qué cuesta tanto empatizar con los problemas ajenos hasta que uno los encuentra en su propia piel? 

Sin embargo, salió elegida una pregunta de la sesión anterior: ¿Por qué somos tan desconfiados?

He aquí algunas respuestas y momentos del diálogo:

  • Somos desconfiados por el miedo que nos inculcan desde pequeños.
  • Somos desconfiados debido a las malas experiencias.
  • Somos desconfiados debido a que vivimos en una sociedad individualista y competitiva. Y también porque se fomenta el egoísmo y la falta de empatía. 
  • Se explicó que la desconfianza puede tener un origen innato, podemos nacer con ella; y también puede ser adquieida en la educación.
  • Se hizo una crítica a la pregunta, ya que se advirtió en ella una generalización excesiva con ese "somos" inclusivo.
  • Se definió la desconfianza como no querer creer lo que te dicen, y se defendió que uno es desconfiado por propia voluntad.
  • Se defendió que la desconfianza es la consecuencia del desconocimiento. Sin embargo, también se vio la posibilidad de desconfiar pese a conocer algo o, precisamente, por conocer algo a partir de determinadas experiencias. También se defendió que la descondianza es fruto de la desinformación, bulos y mentiras.
  • Otra explicación es que la desconfianza es un mecanismo de la evolución para asegurar nuestra supervivencia, pues gracias a ella, estamos alerta.
  • Hubo también quien relacionó la desconfianza con la inseguridad personal.
  • También se propusieron dos explicaciones complementarias que distinguieron entre dos conceptos que anduvieron tocándose durante toda la sesión: el miedo y la desconfianza. El miedo sería una reacción emocional natural ante un peligro; mientras que la desconfianza es un sentimiento social impregnado de creencias. El miedo nos ayuda a sobrevivir, mientras que la desconfianza es el miedo a ser lesionado por otra persona.
Además de una mayor afluencia de participantes (24), quiero destacar su buena disposición para  un diálogo abierto y riguroso, buena disposición que mantienen incluso cuando me detengo en algunas personas y profundizo en sus ideas a base de preguntas que les hacen pensar lo que todavían no habían pensado, o dudar, o estar a favor de algo sin saber por qué. Sin embargo, esos son los verdaderos momentos filosóficos. Así que... ¡gracias y enhorabuena por vuestra actitud!

¡Ah! Y contamos también con un buen café, bollería, fruta y agua (¡y aire acondicionado!) gracias a la buena disposición del Ayuntamiento de Benavente y,en particular, a su concejala de Bienestar Social y Cultura, Mercedes Benítez. ¡Gracias a ella también! Ya he dicho más de una vez que me encanta la idea de que el diálogo filosófico esté asociado al bienestar social.


lunes, 5 de agosto de 2024

FILOCAFÉ EN BENAVENTE: ¿CÓMO VIVIR EN UNA SOCIEDAD EN LA QUE LA VERDAD Y LA MENTIRA ESTÁN AL MISMO NIVEL?

Este martes 6 de agosto llevaremos a cabo el 2º café filosófico de verano en Benavente, a las 19:00 horas en la Casa de Solita.

El del día 30 no pudo empezar mejor, pues dispusimos de un buen desayuno e hicimos lo que la cita latina recomienda: "Primum manducare, deinde philosophare". Y espoleados por un buen café, se plantearon preguntas tan interesantes como las siguientes:

  1. ¿Por qué desde los poderes públicos no se fomenta el diálogo para la resolución de problemas?
  2. ¿Por qué está en peligro la democracia en el mundo?
  3. ¿Cómo vivir en una sociedad en la que la verdad y la mentira están al mismo nivel?
  4. ¿La vida en general es política?
  5. ¿Por qué somos tan desconfiados?

Elegida la número 3, he aquí algunas aportaciones del diálogo:

En primer lugar, se planteó el problema de cómo distinguir la verdad y la mentira. Pregunté qué criterios podrían sernos válidos y se propusieron algunos, alrededor de los cuales sobrevoló la diferencia entre hechos y opiniones, entre conocimientos y valores. Por supuesto, ninguno se propuso como criterio absoluto de verdad, sino como un recurso que puede ser útil en determinadas ocasiones.

  • Criterio ideológico: resultó problemático y no fue aceptado por la mayoría de los asistentes, pues la ideología no supone una verdad con respecto a otra ideología, ya que las ideologías están basadas en distintas formas de entender una sociedad justa. Incluso pueden funcionar como orejeras que nos impiden reconocer la verdad.
  • Credibilidad personal basada en una trayectoria de coherencia entre lo que alguien dice y hace.
  • La ciencia como criterio de verdad debido a su método de verificación, aunque se mencionó que puede responder también a determinados intereses.
  • El contraste con los datos que sustenten cualquier afrmación.
  • La simplicidad emocional como una forma de alejarse de la verdad, pues todo aquello que simplifique excesivamente la realidad y se base en el sentimiento, nos aleja de la verdad.
  • El compromiso con la verdad, mostrar una disposición y voluntad de hallar la verdad.
También se propusieron algunas actitudes para poder vivir en la situación actual:
  • La suspensión del juicio, es decir, no precipitarse a la hora de establecer algo como verdad o mentira y optar por investigar y contrastar lo que recibimos.
  • Una mente abierta y permeable, pero estando alerta ante aquellas afirmaciones que me chirríen o que vayan contra el sentido común o contra conocimientos ya establecidos.
  • Una buena dosis de aceptación (con positividad), que no de resignación (pues es negativa), ante la realidad actual en la que la verdad y la mentira son tan difíciles de distinguir.
  • Humildad para reconocer nuestras limitaciones.

También se relacionaron estas cuestiones con la 5ª pregunta (¿Por qué somos tan desconfiados?), pues, cuando se da tanta confusión a la hora de distinguir la verdad y la mentira, una actitud suele ser la desconfianza.

Por último, se planteó la cuestión de cómo llevar estas disposiciones personales a un nivel social y se propusieron cosas como el activismo o la participación social en distintos foros, como por ejemplo, la organización y participación en estos cafés filosóficos.