Utopía I |
Ya sabes lo que ha sido Europa, en su peor versión, sin
la Unión Europea: un gran campo de
batalla con millones de muertos provocados por las luchas por el poder condicionadas por la religión, la nación (en versión XL o S)
o la organización de los bienes y la propiedad. Ahí
está, por ejemplo, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) en la que participó Descartes, que desangró Europa por motivos, no solo,
pero en gran parte religiosos, con masacres terribles (¿te acuerdas
de la matanza de los hugonotes en Francia?). O la escalada nacionalista
entre países europeos que dio lugar a la Primera Guerra Mundial. Y qué te voy a
contar ya del fascismo y el nazismo (los reales, pues ahora a cualquiera que
discrepa de algo lo llaman fascista o nazi), o de los totalitarismos comunistas, ideologías que se enfrentaron en la Segunda Guerra Mundial, con genocidios que alcanzaron
unos niveles de crueldad hasta entonces desconocidos y ante los cuales
filósofos como Adorno, Horkheimer o los existencialistas ya expresaron su
espanto.
Y en nuestro país también hemos
tenido nuestra propia ración de batallas. Echando mano de lo más cercano, ahí
están “nuestros” (eran vascos, sí) señores feudales, los Parientes Mayores,
sedientos de un honor y poder que se dirimía en guerras pagadas (en los dos sentidos) por sus
súbditos; o las interminables guerras
carlistas que expoliaron material y humanamente al país. Y la guerra
civil, y la dictadura franquista, y el terrorismo de ETA...
Pero, para no pintar todo tan negro,
en su mejor versión, Europa ha sido también el lugar donde se han creado estupendos inventos como la libertad y la democracia; la razón, la filosofía, la ciencia y la técnica; la tolerancia y el laicismo (que acabaron con las guerras de religión) el arte en todas su formas, los derechos
humanos y el Estado social de derecho (donde se aúna lo mejor del liberalismo
y el socialismo, ambos también europeos)... Y todas estas conquistas han tenido artífices como Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes,
Hume, Locke, Kant, Marx, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Velázquez, Goya o Van Gogh, Bach,
Beethoven, Mozart, Galileo, Newton, Einstein, Cervantes, Shakespeare,
Balzac...
Utopía II |
Por eso, no desdeñes la utopía europea por muy imperfecta que te pueda parecer y por muchas carencias que pueda tener. Es de las cosas que, cuando
las tienes, no las notas (para ti, por tu edad, la democracia y la Unión Europa son tu
hábitat "natural"), pero cuando desaparecen, te das cuenta del valor
que tenían. Y desde que nació, ahora está pasando por uno de sus peores momentos. Por eso, si vas a votar, ¡no te olvides de Europa!
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